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UJUE: Tiempo de homenaje y desayuno...

Tiempo de homenaje y desayuno

Respeto, intensidad y fe son tres palabras que bien podrían representar el sentido de esta romería hasta Ujué. De entre los 86 miembros que forman parte actualmente de la hermandad, este año viajan a pie 37 de ellos. Otros, sin embargo, se reúnen con sus compañeros en un desayuno que tiene lugar una vez se han cumplido los primeros 20 kilómetros y la eucaristía. Se homenajea la pertenencia de alguno de ellos a los Doce. Francisco Javier Zabaleta Garayoa, de 79
años, y Vicente Ibáñez Alcalde, de 84, son miembros desde hace 58 y 55 años, respectivamente. Cuentan que la “devoción” es la que justifica su permanencia. “La fe es lo que nos mueve”, relatan explicando que, en los inicios, sólo podían formar parte de la asociación quien fuese presbítero.
Estas voces de la experiencia hablan risueñas sobre las 5 de la madrugada. “ ¿Acoger mujeres entre nosotros? No nos molestaría, ¿verdad, Vicente?”, comenta Francisco Javier. “Esta circunstancia no ha ocurrido porque ninguna mujer ha llamado a nuestra puerta. Pero si llega el momento, todo sería planteárselo”, explica el secretario, Aitor Rodríguez en los mismos términos.
Mientras, en otra de las mesas, Eduardo Ciriza Gutierrez, de 22 años, explica cómo había sido su primera experiencia como hermano. “Me estrenaba hoy”, dice una vez que ha desayunado café y rosquillas. Él es uno de los dos que se ha iniciado este año en los Doce, una hermandad a la que ha querido pertenecer “desde pequeño”. “Tengo el recuerdo de ser feliz en todos los momentos en los que intervenía la hermandad. También me viene de familia. Hoy ha sido una romería distinta a otras, más emotiva por sentirme parte de ellos”, confiesa.
Habla minutos antes de comenzar el regreso a Tafalla. Con él terminarán de cumplir con los 40 kilómetros estipulados. Algo más desenfadado, el peregrinaje de vuelta se enmarca en un contexto de viaje en grupo, con oraciones más tradicionales. Terminan la jornada, de nuevo en Tafalla, en la iglesia de Santa María. Otro de esos momentos especiales, que se podría definir como “de acogida”. La vuelta a casa, donde se evoca de nuevo a los recuerdos y al rezo. Allí, la hermandad se prepara ya para un nuevo año y propósitos renovados. 365 días por delante para retornar a Ujué.