Así dice el artículo recogido en la prensa del lunes 27 de abril de 2015.
22 NAVARRA
Diario de Navarra Lunes, 27 de abril de 2015
TAFALLA Y ZONA MEDIA
B. DÍAZ/C. ERREA
San Martín de Unx/Ujué
‘Aluvión’ de fe por Ujué
La lluvia no aminoró el paso de los miles de romeros que se acercaron desde diferentes localidades navarras hasta Ujué para rezar a su Virgen
TODAVÍA sumidos en la noche, los vecinos de los pueblos de Tafalla, Santacara, Pitillas, Murillo el Fruto, Beire y Carcastillo, se despertaron ayer de madrugada para afrontar la romería hasta la basílica de Ujué con un objetivo: disfrutar de una jornada fundamentada en la tradición con familiares y amigos.
Este año se han sumado a los elementos más característicos de los romeros un aliado necesario: los paraguas. Durante toda la mañana, la lluvia resbaló por chubasqueros y empapó alguna que otra zapatilla. La tradicional parada del almuerzo en San Martín de Unx de los tafalleses se trasladó a porches y portales. Resguardados de la lluvia se encontraban José Luis Iborra Mina, de 67 años, junto a sus tres hijos y otros familiares. Iborra decidió recorrer en solitario su primera romería a Ujué con tan solo 9 años y, desde entonces, solo se la ha perdido una por el fallecimiento de un familiar. “Es lo más bonito del mundo. Debajo de la túnica puede haber médicos, peluqueros, arquitectos, basureros, profesores... De todo. La Virgen nos hace a todos iguales”, aseguró Iborra.
En la romería los caminantes se ayudan entre sí, entre otras cosas compartiendo sus almuerzos tradicionales, con pastas y pacharán. José Luis Iborra tiene una casa en Ujué y, por prestar un servicio a los romeros, construyó un baño en la puerta de esta para que cualquier persona pueda utilizarlo.
Uno de sus hijos, Txus Iborra Esparza, de 36 años, lleva toda la vida acompañando en la romería a su padre. “Es muy bonito porque el pueblo está unido. De mi familia nos reunimos 60 personas para comer”, dijo Txus Iborra.
La mayoría de los romeros conoce muy bien la tradición, pero hubo otros que la experimentaron por primera vez. Alba Gallego Jiménez, de 10 años, tras varios años queriendo saborear la romería, pudo hacerlo de la mano de Juan Iribarren y Javier Di Liberto. “No quiere taparse. Después de tanto tiempo esperando el momento no le importa mojarse”, comentó Iribarren.
Además de familias, también caminaban juntos grupos de amigos, entre los que se encontraban las jóvenes tafallesas Uxua Condón Ibáñez, Sonia Flamerique, Ana Belén Ruiz Olcoz y Marta Villaplana. Todas ellas llevan desde pequeñas haciendo la romería con mucha devoción. “Siempre heido con mi padre, pero esta vez me he juntado con las amigas”, explicó Uxue Condón.
Parada en el Crucero
Los vecinos de las diferentes localidades se reunieron en el Crucero de Ujué cerca de las nueve de la mañana. Desde Beire llegó José Jaurrieta Manresa, de 12 años, junto a sus hermanos, con los que inició la marcha hacia las seis de la mañana. Desde hace dos años porta una cruz que él vive como una penitencia. Jesús Cemborain Baena, de 22 años, lleva desde los 8 haciendo la romería con una cruz al hombro. “Lo hicieron mis abuelos y luego mis padres. Ahora solo la llevo yo. Es un orgullo poder llegar a Ujué después de tanto esfuerzo”, comentó Cemborain.
Por su parte, Juan Ignacio Díaz, vecino de Pitillas de 66 años, lleva desde los 9 haciendo la romería. Se trata del hombre mayor de Pitillas en hacer el recorrido de ida y vuelta. Confesó sentir una gran alegría y mucha devoción a la Virgen de Ujué. Come una vez termina la misa de los auroros y para las tres y media vuelve al camino de regreso a Pitillas.
22 NAVARRA
Diario de Navarra Lunes, 27 de abril de 2015
TAFALLA Y ZONA MEDIA
B. DÍAZ/C. ERREA
San Martín de Unx/Ujué
‘Aluvión’ de fe por Ujué
La lluvia no aminoró el paso de los miles de romeros que se acercaron desde diferentes localidades navarras hasta Ujué para rezar a su Virgen
TODAVÍA sumidos en la noche, los vecinos de los pueblos de Tafalla, Santacara, Pitillas, Murillo el Fruto, Beire y Carcastillo, se despertaron ayer de madrugada para afrontar la romería hasta la basílica de Ujué con un objetivo: disfrutar de una jornada fundamentada en la tradición con familiares y amigos.
Este año se han sumado a los elementos más característicos de los romeros un aliado necesario: los paraguas. Durante toda la mañana, la lluvia resbaló por chubasqueros y empapó alguna que otra zapatilla. La tradicional parada del almuerzo en San Martín de Unx de los tafalleses se trasladó a porches y portales. Resguardados de la lluvia se encontraban José Luis Iborra Mina, de 67 años, junto a sus tres hijos y otros familiares. Iborra decidió recorrer en solitario su primera romería a Ujué con tan solo 9 años y, desde entonces, solo se la ha perdido una por el fallecimiento de un familiar. “Es lo más bonito del mundo. Debajo de la túnica puede haber médicos, peluqueros, arquitectos, basureros, profesores... De todo. La Virgen nos hace a todos iguales”, aseguró Iborra.
En la romería los caminantes se ayudan entre sí, entre otras cosas compartiendo sus almuerzos tradicionales, con pastas y pacharán. José Luis Iborra tiene una casa en Ujué y, por prestar un servicio a los romeros, construyó un baño en la puerta de esta para que cualquier persona pueda utilizarlo.
Uno de sus hijos, Txus Iborra Esparza, de 36 años, lleva toda la vida acompañando en la romería a su padre. “Es muy bonito porque el pueblo está unido. De mi familia nos reunimos 60 personas para comer”, dijo Txus Iborra.
La mayoría de los romeros conoce muy bien la tradición, pero hubo otros que la experimentaron por primera vez. Alba Gallego Jiménez, de 10 años, tras varios años queriendo saborear la romería, pudo hacerlo de la mano de Juan Iribarren y Javier Di Liberto. “No quiere taparse. Después de tanto tiempo esperando el momento no le importa mojarse”, comentó Iribarren.
Además de familias, también caminaban juntos grupos de amigos, entre los que se encontraban las jóvenes tafallesas Uxua Condón Ibáñez, Sonia Flamerique, Ana Belén Ruiz Olcoz y Marta Villaplana. Todas ellas llevan desde pequeñas haciendo la romería con mucha devoción. “Siempre heido con mi padre, pero esta vez me he juntado con las amigas”, explicó Uxue Condón.
Parada en el Crucero
Los vecinos de las diferentes localidades se reunieron en el Crucero de Ujué cerca de las nueve de la mañana. Desde Beire llegó José Jaurrieta Manresa, de 12 años, junto a sus hermanos, con los que inició la marcha hacia las seis de la mañana. Desde hace dos años porta una cruz que él vive como una penitencia. Jesús Cemborain Baena, de 22 años, lleva desde los 8 haciendo la romería con una cruz al hombro. “Lo hicieron mis abuelos y luego mis padres. Ahora solo la llevo yo. Es un orgullo poder llegar a Ujué después de tanto esfuerzo”, comentó Cemborain.
Por su parte, Juan Ignacio Díaz, vecino de Pitillas de 66 años, lleva desde los 9 haciendo la romería. Se trata del hombre mayor de Pitillas en hacer el recorrido de ida y vuelta. Confesó sentir una gran alegría y mucha devoción a la Virgen de Ujué. Come una vez termina la misa de los auroros y para las tres y media vuelve al camino de regreso a Pitillas.
