BALDOMERO BARÓN.- CELEBRACIÓN DEL 50 ANIVERSARIO DE CRONISTA OFICIAL DE LAS ROMERÍAS DE UJUÉ PARA DIARIO DE NAVARRA. MARTES 4, DE MAYO DE 1976.
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Son muchos los que me preguntan por los años que llevo marchando a Ujué en el Domingo siguiente a San Marcos, y ahora recuerdo que en el de 1926 escribí una de mis crónicas de la tradicional Romería, por lo cual, sin conta rpor olvidados los años anteriores, esta de hoy cumple los cincuenta, es decir, mis bodas de oro como cronista ferviente y constante de las Romerías al venerado Santuario.
Aquel año de 1926 fui de vispera a Ujué, y pernocté en la acogedora casa de mi pariente Casto Goyeneche y de su esposa María, ya fallecida. Al día siguiente me despertaron las auroras cantadas por los mozos del pueblo. Llovía torrenciaImente y la procesión de los entunícados perdió toda su espectacularidad, en medlo de una gran desorganización causada por lass fuertes borrascas. Los romeros, fatigados y mojados hasta los huesos, buscaban las posadas y las casa particulares para secarse en sus cocinas y calentarse al calor de las buenas fogatas que las previsoras dueñas de los hogares habían encendido con anticipación.
Luego, en el templo, tuvieron lugar los cultos, desplegando en ellos su gran celo el nuevo Pároco don José García. Pero volvamos a este año de 1976.
Salvo complicaciones del tiempo.—-recuerdo de un año que nevó— la Romería al Santuario de Ujué se desarrolla siempre de la misma manera en cuanto a la celebración de sus actos, en cuanto a la asistencia de los pueblos que les corresponde realizar la marcha, en cuanto al sacrificio de cada uno de ellos impuesto con gozo de sus corazones, en cuanto a su entusiasmo y fervor religiosos, en cuanto a la santa y noble competencia de cual de ellos canta mejor las clásicas letrillas, y sobre todo, en cuanto a su fe profunda, inquebrantable, empero los embates de los tiempos que corremos.
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BALDOMERO BARÓN RADA "ROMEDOBAL"
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Son muchos los que me preguntan por los años que llevo marchando a Ujué en el Domingo siguiente a San Marcos, y ahora recuerdo que en el de 1926 escribí una de mis crónicas de la tradicional Romería, por lo cual, sin conta rpor olvidados los años anteriores, esta de hoy cumple los cincuenta, es decir, mis bodas de oro como cronista ferviente y constante de las Romerías al venerado Santuario.
Aquel año de 1926 fui de vispera a Ujué, y pernocté en la acogedora casa de mi pariente Casto Goyeneche y de su esposa María, ya fallecida. Al día siguiente me despertaron las auroras cantadas por los mozos del pueblo. Llovía torrenciaImente y la procesión de los entunícados perdió toda su espectacularidad, en medlo de una gran desorganización causada por lass fuertes borrascas. Los romeros, fatigados y mojados hasta los huesos, buscaban las posadas y las casa particulares para secarse en sus cocinas y calentarse al calor de las buenas fogatas que las previsoras dueñas de los hogares habían encendido con anticipación.
Luego, en el templo, tuvieron lugar los cultos, desplegando en ellos su gran celo el nuevo Pároco don José García. Pero volvamos a este año de 1976.
Salvo complicaciones del tiempo.—-recuerdo de un año que nevó— la Romería al Santuario de Ujué se desarrolla siempre de la misma manera en cuanto a la celebración de sus actos, en cuanto a la asistencia de los pueblos que les corresponde realizar la marcha, en cuanto al sacrificio de cada uno de ellos impuesto con gozo de sus corazones, en cuanto a su entusiasmo y fervor religiosos, en cuanto a la santa y noble competencia de cual de ellos canta mejor las clásicas letrillas, y sobre todo, en cuanto a su fe profunda, inquebrantable, empero los embates de los tiempos que corremos.
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BALDOMERO BARÓN RADA "ROMEDOBAL"
