DESENLACE DEL ROBO EN EL CORRAL DE UXUE.
DIARIO DE NAVARRA MIERCOLES, 2 de NOVIEMBRE 1977.
MEDIO SIGLO ATRÁS 2 DE NOVIEMBRE DE 1927.
—Con relación al asalto y robo que se cometió días pasados en Ujué, en el que fue robado y maniatado un anciano impedido que residía en un caserío, se habían practicado diligencias tan activas y provechosas por la guardia civil y por el juzgado de TafalIa que dieron por resultado el descubrimiento de los culpables y la confesión de los mismos.
Uno de los primeros detenidos a raíz del robo, José Javier Sola, acabó por confesarse autor del asalto en unión de sus convecinos Eufrasio Nicolay, de 37 años, y Agapito Urzainqui, de 29, dando amplios detalles sobre la manera en que cometieron el robo.
Sus dos compañeros de fechoría se hallaban aún en libertad, y al saber Nicolay que se le buscaba se presentó voluntariamente, entregando el revólver con que amenazó al perjudicado; pero el otro, Agapito Urzainqui, que por lo visto no las tenía todas consigo, en cuanto vio a una pareja de la guardía civil que se dirigía hacia donde él se hallaba trabajando en el campo, abandonó la finca y el arado que conducía y echó a correr como alma que lleva el diablo sin que los guardias civiles pudieran darle alcance.
Esto no obstante, se dictaron inmediatamente órdenes telegráficas a los distintos puestos de la guardia civil para que salieran en persecución del fugitivo, y aunque hasta la fecha no se había logrado detenerle se esperaba confiadamente que no tardaria mucho en caer en poder de la justicia.
DIARIO DE NAVARRA MIERCOLES, 2 de NOVIEMBRE 1977.
MEDIO SIGLO ATRÁS 2 DE NOVIEMBRE DE 1927.
—Con relación al asalto y robo que se cometió días pasados en Ujué, en el que fue robado y maniatado un anciano impedido que residía en un caserío, se habían practicado diligencias tan activas y provechosas por la guardia civil y por el juzgado de TafalIa que dieron por resultado el descubrimiento de los culpables y la confesión de los mismos.
Uno de los primeros detenidos a raíz del robo, José Javier Sola, acabó por confesarse autor del asalto en unión de sus convecinos Eufrasio Nicolay, de 37 años, y Agapito Urzainqui, de 29, dando amplios detalles sobre la manera en que cometieron el robo.
Sus dos compañeros de fechoría se hallaban aún en libertad, y al saber Nicolay que se le buscaba se presentó voluntariamente, entregando el revólver con que amenazó al perjudicado; pero el otro, Agapito Urzainqui, que por lo visto no las tenía todas consigo, en cuanto vio a una pareja de la guardía civil que se dirigía hacia donde él se hallaba trabajando en el campo, abandonó la finca y el arado que conducía y echó a correr como alma que lleva el diablo sin que los guardias civiles pudieran darle alcance.
Esto no obstante, se dictaron inmediatamente órdenes telegráficas a los distintos puestos de la guardia civil para que salieran en persecución del fugitivo, y aunque hasta la fecha no se había logrado detenerle se esperaba confiadamente que no tardaria mucho en caer en poder de la justicia.