Triste, pero real. El pasado sábado día 23 a la 12 del mediodía unos conocidos y compañeros míos visitaban Ujué, todo alegres y con muchas ganas de ver el santuario y el pueblo. Cual fue la sorpresa, cuando se encontraron con el templo cerrado y no pudieron ver absolutamente nada, se tuvieron que conforman con callejear y después comer en Santacaramuru con unos amigos de Ujué. Más vale que la parte gastronómica en el campo aplacó el enfado de la cuadrilla y pudieron disfrutar del Ujué rural y social ... (ver texto completo)