No deje de contemplar esta imagen, patrona de la Ribera de
Navarra y célebre por la devoción que se le profesa en Navarra desde tiempos inmemoriales. Es una de las imágenes más bellas y antiguas de la
escultura románica navarra. Dentro también podemos contemplar el Corazón del rey Carlos II. Este rey, que profesaba una gran devoción a la
Virgen de
Ujué, al morir quiso que se corazón fuera traido a este
santuario.