La
ermita de
San Miguel es una construcción
gótica del siglo XIII en la que subsisten elementos románicos sobre todo en la
fachada principal, con
portada de
arco de medio punto abocinada en seis arquivoltas baquetonadas. Sobre la portada se eleva un tejaroz que sirve de base a un amplio óculo. Remata una
espadaña. Planta de nave única con cabecera recta. En alzado, que se conserva en parte, se encuentran unos pilares adosados con cinco columnillas rematados en
capiteles corridos.