Iglesia de San Martín de Tours
Consagrada en 1156 a San Martín y a Santa María, esta iglesia tiene su mayor construcción en arte románico, destacado por sus tres ventanas que emitían un triángulo de luz, símbolo del sol y de Dios. Alberga una cripta, de principios del siglo XII, donde sus arcos entrelazados con restos de policromía junto con su suelo, repleto de motivos laberínticos, y sus capiteles, llenos de tallas diferentes y fantásticas, nos remontan a la espiritualidad y el sentir de la época. Además de su arquitectura sobria y sencilla, la iglesia dispone de una pila bautismal del siglo XII, catalogada como una joya a nivel nacional; cuenta con tres soles que en sus origenes apuntarían al Este, además de diferentes ofrendas (pan, vino, frutos, sabiduría...) y una virgen de la leche románica, símbolo de la vía láctea. Esta última sería una de las primeras vírgenes nórdicas que entraron en la Península.
Por último, encierra un retablo de gran belleza y valor, del siglo XVI.
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Consagrada en 1156 a San Martín y a Santa María, esta iglesia tiene su mayor construcción en arte románico, destacado por sus tres ventanas que emitían un triángulo de luz, símbolo del sol y de Dios. Alberga una cripta, de principios del siglo XII, donde sus arcos entrelazados con restos de policromía junto con su suelo, repleto de motivos laberínticos, y sus capiteles, llenos de tallas diferentes y fantásticas, nos remontan a la espiritualidad y el sentir de la época. Además de su arquitectura sobria y sencilla, la iglesia dispone de una pila bautismal del siglo XII, catalogada como una joya a nivel nacional; cuenta con tres soles que en sus origenes apuntarían al Este, además de diferentes ofrendas (pan, vino, frutos, sabiduría...) y una virgen de la leche románica, símbolo de la vía láctea. Esta última sería una de las primeras vírgenes nórdicas que entraron en la Península.
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