Altar de madera en la catedral de Santa María, TUI
Tener un sambenito en la familia impedía matrimonios. De hecho, un enamorado llegó a descolgar el sambenito de la familia de su amada para así casarse. Tener un sambenito impedía ocupar determinados cargos municipales, eclesiásticos y académicos, condicionaba amistades y los negocios, conllevaba mofas, escarnio…