La construcción del templo actual fue promovida por los arzobispos de Santiago de Compostela D. Alonso II de Fonseca y Acevedo y D. Alonso III de Fonseca y Ulloa, y apoyada por varias
familias nobles de la villa, como los Barbeito y Padrón, los Mariño de Lobera, los Arango Sotomayor, los Pereira de Castro o los Abreu Araújo,