, las obras del templo del
convento (únicos restos que se conservan en la actualidad) no se iniciaron hasta casi un siglo después, en el año 1383, continuando los trabajos a lo largo del siglo XV. Años después el convento fue utilizado como panteón de algunas
familias nobles, destacando los sepulcros con
estatua yacente de Tristán de Montenegro (Juez de la villa de
Pontevedra a mediados del siglo XV) o de Payo Gómez de Sotomayor (Mariscal de Castilla).