En las marismas de Alba, que forman parte del actual
parque de la Xunqueira de Alba hay un importante ecosistema de arbustos y plantas herbáceas. Alrededor de la ciudad, existen eucaliptales,
pinos, robles y
castaños, en menor medida. Algunos de ellos, como el centenario Roble de
Santa Margarita, han sido incluidos en el Catálogo Gallego de
Árboles Singulares de la Junta de
Galicia, por su singularidad y valor natural. Los incendios de 2006 destruyeron parte de la
flora y desde entonces el municipio ha sido repoblado con especies autóctonas, siguiendo el Plan
Monte Vivo, aprobado en 2008, por el cual se han plantado 4 árboles por cada ciudadano pontevedrés empadronado.