OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

VILLANUEVA DE LA SIERRA: Buenas tardes D. Jacinto, yó le quiero responder, a...

Eran años del Aceite
que mucha dieron los pueblos,
que al precio que se vendia
mucho dinero trajeron.

El aceite escaseaba
en lugares más lejanos,
y el estraperlo nacia
al que muchos se engancharon.

Cuando el dia se apagaba
y llegó la oscuridad,
los arrieros salian
para muchas casas entrar.

Alli le estaba esperando
el dueño con su tinaja,
para llenarle el pellejo
sin que nadie se enterara.

Muy bien pagaban la venta
de aquél aceite vendido,
para el contento del dueño
y también el de sus hijos.

Los pellejos se cargaban
en mulas que ellos tenian,
y por caminos y a oscuras
del Guardia Civil huian.

Más la fortuna maldita
que no siempre sucedia,
algunos eran pillados
y su carga la perdian.

Era triste ver los casos
en que esto sucediera,
y ver llorar a estos hombres
porque su carga perdiera.

Al terminar estos años
que fueron tanto rentables,
hoy el aceite no vale
para cuidar olivares,
y todos se están perdiendo
porque no los quiere nadie.

jacintoP. SALUDOS

Buenas tardes D. Jacinto, yó le quiero responder, a esa poesía tan bonita, de aquellos tiempos de ayer; y que de alguna manera tambien llegué a conocer.

Hay que ver con que poesía
nos deleíta D. Jacinto
recordándo aquellos tiempos
que tambien yó he conocido.

Recuerdo que mi abuela
me decía de muy niño
cuando salgas de la escuela
vente para casa corriendo
que ha venido la Fiscalía
a registrar por el Pueblo.

Ella a mí me adiestraba
lecciones me daba de ello
y si a mi se me acercaban
raudo salía corriendo

Todos los chicos estábamos
con los ojos bien abiertos
y rápidamente avisábamos
cuando llegaban al pueblo.

Aun recuerdo aquellas noches
aquellas noches de invierno
entrándo por el corral
los señores arieros

Mi padre loas conducía
donde estaba el oro nuevo
y todos ráudos procedían
al llenado de los pellejos.

Recuerdo que después de llenos
los pellejos en cuestión
los ataban con cuerdas
para asegurarlos mejor
y cargados en las mulas
el movimiento del líquido
era mucho menor
y así poder transportarlo
en caso de persecución
con mucha más garantía
más seguro y mejor.

¡Que tiempos, aquellos tiempos!
que no vuelvan que es mejor,
Tiempos de poca bonanza
Tiempos de poco primor
Tiempos, que no fueron buenos
¡Los de hoy son mejor!

Saludos
G. Serrano.