Rebollo es una especie de roble que puede alcanzar hasta vienticinco metros de altura. De este árbol tomó nombre un pequeño grupo de albergues pastorales que se escondían entre los peñascos y la arboleda, porque sus dueños se dedicaban a cuidar los gánados que aprovechaban los pastos de aquellas altural serranas.
su nombre inicial era Casas del Rebollar. Nació dependiendo de Ojalvo, al igual que Valdastillas situado al lado del valle, los dos con parecida altitud.
Ojalvo era una especie de distrito de organización territorial musulmana, la segunda, porque contando desde plasencia precedía Asperilla o Asperella. Los dos siguieron igual suerte, terminando devorados por sus propios anejos.
En el Siglo XIV ya se menciona al Rebollar unido siempre a Ojalvo y con él a Valdastillas. Desaparecido Ojalvo pasó a depender de Valdastillas hasta nuestro siglo en que consigue la independencia.
Dentro de las tierras de Plasencia formaban parte de la Sexmería del Valle y Trassierra. Hasta finales del siglo XIV los tres poblados sumaban 22 vecinos y un siglo más tarde 40.
En 1442 y por un privilegio de Juan II El Valle fue concedido como parte al Condado de Plasencia a Don Pedro de Züñiga. Más tarde el Condado se convirtió en Ducado.
Las estadísticas de vecindad aparecen siempre unidas. En el siglo XVI, por ejemplo, la Campana de Ojalvo, da un total de 55 vecinos en 1536. Unos años antes en 1528 una estadística distinta nos da 73 vecinos pecheros cuando Navaconcejo sólamente llega a los 54. Mástarde en 1571 Ojalvo aparece despoblado y Rebollar y Valdastillas suman 70 vecinos en conjunto.
La suerte de Ojalvo, como la de Asperilla y Peñahorcada, no pudo ser más desastrosa pues se convirtieron en guaridas de ladrones que ponían en peligro las vidas de los caminantes y arrieros, tan abundantes en aquella época para la vida comercial del Valle.
La estructura del pueblo evidencia sus claros orígenes pastoriles al acomodarse a los caprichos del relieve, aprovechando los difíciles descansos que se encuentran en lugares tan abruptos. No existe plan preconcebido.
Cuando se necesita un albergue se elige el sitio más adecuado y menos costoso sin tener en cuenta para nada a sus vecinos con el que se comunica posiblemente a través de una vereda. Solián aprovecharse las corrientes de agua bastante frecuentes en aquellas alturas de la sierra.
Algunas casas se levantan sobre las mismas peñas y nopocas las aprovechan como tapiales, paredes o abrigos de sus casas y huertos.
su nombre inicial era Casas del Rebollar. Nació dependiendo de Ojalvo, al igual que Valdastillas situado al lado del valle, los dos con parecida altitud.
Ojalvo era una especie de distrito de organización territorial musulmana, la segunda, porque contando desde plasencia precedía Asperilla o Asperella. Los dos siguieron igual suerte, terminando devorados por sus propios anejos.
En el Siglo XIV ya se menciona al Rebollar unido siempre a Ojalvo y con él a Valdastillas. Desaparecido Ojalvo pasó a depender de Valdastillas hasta nuestro siglo en que consigue la independencia.
Dentro de las tierras de Plasencia formaban parte de la Sexmería del Valle y Trassierra. Hasta finales del siglo XIV los tres poblados sumaban 22 vecinos y un siglo más tarde 40.
En 1442 y por un privilegio de Juan II El Valle fue concedido como parte al Condado de Plasencia a Don Pedro de Züñiga. Más tarde el Condado se convirtió en Ducado.
Las estadísticas de vecindad aparecen siempre unidas. En el siglo XVI, por ejemplo, la Campana de Ojalvo, da un total de 55 vecinos en 1536. Unos años antes en 1528 una estadística distinta nos da 73 vecinos pecheros cuando Navaconcejo sólamente llega a los 54. Mástarde en 1571 Ojalvo aparece despoblado y Rebollar y Valdastillas suman 70 vecinos en conjunto.
La suerte de Ojalvo, como la de Asperilla y Peñahorcada, no pudo ser más desastrosa pues se convirtieron en guaridas de ladrones que ponían en peligro las vidas de los caminantes y arrieros, tan abundantes en aquella época para la vida comercial del Valle.
La estructura del pueblo evidencia sus claros orígenes pastoriles al acomodarse a los caprichos del relieve, aprovechando los difíciles descansos que se encuentran en lugares tan abruptos. No existe plan preconcebido.
Cuando se necesita un albergue se elige el sitio más adecuado y menos costoso sin tener en cuenta para nada a sus vecinos con el que se comunica posiblemente a través de una vereda. Solián aprovecharse las corrientes de agua bastante frecuentes en aquellas alturas de la sierra.
Algunas casas se levantan sobre las mismas peñas y nopocas las aprovechan como tapiales, paredes o abrigos de sus casas y huertos.
