Acabo de leer tu mensaje virtual con la luctuosa noticia de la muerte de tu marido... Me extrañaba tu largo silencio epistolar y sospechaba que algo extraordinario y grave te habría sucedido..., aunque no pensé jamás que llegara
hasta ese extremo de gravedad como es la muerte de un ser querido. Quien ha pasado ya varias veces por esos hechos sabe de desgarros, de desesperanza, de dolor moral, de vacíos, de ausencias, de pérdidas irreparables. Por ello, los que hemos pasado por tales dolorosos trances sabemos ponernos en el lugar del que sufre tan trágico golpe de la vida: es lo que llamamos "empatía" o
"com-pasión", sentir o padecer con el otro... Me pongo en tu lugar, amiga y paisana Pilar, y te doy mi más sincero pésame y que Dios o quien sea te dé fuerza moral para ir sobrellevando el dolor de tan duro golpe. ¡Ánimo, amiga, no te dejes caer! Busca salidas, alguna espita de escape, algo a lo que agarrarte hasta que el tiempo, el mejor médico porque todo lo cura, te vaya cerrando la herida, convirtiéndola en cicatriz. Yo creo que la escritura y la lectura ayudan mucho; a mí me ayudaron mucho en las desgarradoras pérdidas paternas. Escribí varias elegías en las que vertí todo el dolor que llevaba dentro.
Un fuerte abrazo fraterno y afectivo con el que quisiera transmitirte mi más sincera condolencia y a la vez mi más enérgico ánimo para pasar este trance de parte de tu amigo y paisano
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona
hasta ese extremo de gravedad como es la muerte de un ser querido. Quien ha pasado ya varias veces por esos hechos sabe de desgarros, de desesperanza, de dolor moral, de vacíos, de ausencias, de pérdidas irreparables. Por ello, los que hemos pasado por tales dolorosos trances sabemos ponernos en el lugar del que sufre tan trágico golpe de la vida: es lo que llamamos "empatía" o
"com-pasión", sentir o padecer con el otro... Me pongo en tu lugar, amiga y paisana Pilar, y te doy mi más sincero pésame y que Dios o quien sea te dé fuerza moral para ir sobrellevando el dolor de tan duro golpe. ¡Ánimo, amiga, no te dejes caer! Busca salidas, alguna espita de escape, algo a lo que agarrarte hasta que el tiempo, el mejor médico porque todo lo cura, te vaya cerrando la herida, convirtiéndola en cicatriz. Yo creo que la escritura y la lectura ayudan mucho; a mí me ayudaron mucho en las desgarradoras pérdidas paternas. Escribí varias elegías en las que vertí todo el dolor que llevaba dentro.
Un fuerte abrazo fraterno y afectivo con el que quisiera transmitirte mi más sincera condolencia y a la vez mi más enérgico ánimo para pasar este trance de parte de tu amigo y paisano
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona