RELATOS AL ATARDECER-CCCXXIII
COMO EL RÍO QUE FLUYE. Un joven estudiante de artes marciales estaba bajo la tutela de un famoso maestro. Un día, durante unas prácticas, el maestro se dio cuenta de que la presencia de los otros estudiantes estaba interfiriendo con los intentos del joven para perfeccionar su técnica. El muchacho lo intentaba, pero cuando peor le iba, más se burlaban de él. ¿Qué te pasa?, le preguntó el maestro. No consigo concentrarme, contestó el joven. Antes de dominar la técnica, debes entender la armonía, dijo el maestro, que dirigió a su alumno hasta un arroyo de aguas cristalinas. Se sentó a la orilla y permaneció en silencio durante varios minutos. Mira la corriente. Hay rocas en su camino pero fluye por encima de ellas y sigue adelante. Sé como el agua y sabrás lo que es la armonía. El joven siguió el consejo del maestro y pronto dejó de notar a los otros estudiantes a su alrededor y acabó ejecutando las artes marciales a la perfección. Había aprendido a fluir como el río.
Esta historia nos enseña que, estando en paz con uno mismo, conseguimos todo lo que nos propongamos.
COMO EL RÍO QUE FLUYE. Un joven estudiante de artes marciales estaba bajo la tutela de un famoso maestro. Un día, durante unas prácticas, el maestro se dio cuenta de que la presencia de los otros estudiantes estaba interfiriendo con los intentos del joven para perfeccionar su técnica. El muchacho lo intentaba, pero cuando peor le iba, más se burlaban de él. ¿Qué te pasa?, le preguntó el maestro. No consigo concentrarme, contestó el joven. Antes de dominar la técnica, debes entender la armonía, dijo el maestro, que dirigió a su alumno hasta un arroyo de aguas cristalinas. Se sentó a la orilla y permaneció en silencio durante varios minutos. Mira la corriente. Hay rocas en su camino pero fluye por encima de ellas y sigue adelante. Sé como el agua y sabrás lo que es la armonía. El joven siguió el consejo del maestro y pronto dejó de notar a los otros estudiantes a su alrededor y acabó ejecutando las artes marciales a la perfección. Había aprendido a fluir como el río.
Esta historia nos enseña que, estando en paz con uno mismo, conseguimos todo lo que nos propongamos.
