Tan de lujo que los muchachos las robábamos; bueno yo no... participaba, nos daba mucha vergüenza. Es verdad lo que dice nuestra amiga "AMAPOLA", que era un niño; pero bueno, ¡que es lo más grande! Uno le daba a la sandía o melón con el pié mientras tapaba o distraía al hortelano o sandiero, otro seguía dándole con el pié... y así sucesivamente, hasta eque venía un ÚLTIMO que salía corriendo con ella, bien para el Cerro o para la Caseta de la Luz. No dirán ustedes, que esta tarde no hemos distraido... ... (ver texto completo)