Esa “afoto”, es una señora “afoto”. Evocadora de momentos sublimes; de recuerdos nostálgicos que se mueven, como mezcolanza incierta, entre luces y sombras. Yo, lo viví cerca de la primera persona, y me rodeé, como uno de los actores, de aquellas manos sublimes que bordaban. Ese, era nuestro tiempo; el tiempo de los niños que se conformaban con nada, porque esa nada era el todo. No sé, MARGA V, si alguna vez, desde alguna voz amarga, has escuchado algún sin sentido análisis del pretérito. Yo, sí, ... (ver texto completo)
Que disgusto acabas de darme. Con las ganas que tengo de verte no puedes hacerme esto. He contratado a la mejor masajista de la zona para que te ponga mirando pá Triana. Con el convencimiento de que pronto nos veremos te mando un beso.