JOLA

Habitantes: 57  Altitud: 520 m.  Gentilicio: Jolanos/as 
Hoy amanece en JOLA a las 08:17 y anochece a las 20:50
Nº fotos: 27  Nº mensajes: 6 
Puedes completar o corregir la información publicada >>

Situación:

Jola es una aldea del oeste de Extremadura, a 2 kilómetros de la frontera con Portugal, a 20 kilómetros de Valencia de Alcántara, carretera nacional 521 dirección Portugal.
Jola está situada en un valle de unas siete mil hectáreas (aprox.). Limita al Noroeste con El Pino, al sur con La Codosera, al Este con La Aceña, al Oeste con Portugal y al Suroeste con San Vicente de alcantara. se encuentra a 95 kilómetros de Caceres y a 86 de Badajoz

Ayuntamiento:

es una pedania o aldea que pertenece al ayuntamiento de Valencia de Alcantara. aunque cuenta con un alcalde pedaneo.

Monumentos:

la iglesia dedicada a la patrona de Jola que es Santa Maria del Pinar, el pequeño campanario. los antiguos hornos donde se elabora el pan con leña de jara, los restos de las excavaciones mineras.

Fiestas:

es el primer domingo de julio y esta dedicada a Santa Maria del Pinar. es una fiesta muy pintoresca porque tiene un concurso único en extremadura de corta y pela de pinos.
PROGRAMA

11,30 -
Recepción de los invitados

12,00 -

Santa Misa y procesión

14,00 -
Comida debajo del "amiero" (se necesita invitación del señor alcalde)

14,30 -
Concurso de "cantigas" debajo del amiero

19,30 -
Concurso de pela y corte de pinos

21,30 -
Llegada de ranchos de Santo Antonio das Areias

A continuación-
Baile hasta la madrugada

Costumbres:

la matanza extremeña, en semana santa hacer dulces bollos, pedir el aguinaldo,
leyendas
LA FLOR DEL HELECHO REAL

El helecho real es una planta a la que no se conoce flor. Dicen, en Jola que la noche de San Juan echa una flor y que esa misma noche se desprende para caer al suelo. Sí un afortunado logra estar en el momento preciso, las doce en punto de la madrugada, para recoger la flor con un paño de lino, puede pedir el mayor de sus deseos. Unos vecinos de la zona quisieron, osados ellos, en esta noche de brujas, ir a recoger la flor del Helecho Real a La Barroca del Hurgo, pero un momento antes de las doce, cuando lo tenían todo preparado, comenzaron a escuchar sonidos como de un descomunal trueno, tan fuerte que parecía que las montañas se juntaran rozando las unas contra las otras, y haciendo temblar la tierra, de tal guisa que a los temerarios vecinos no les quedó otra que salir huyendo. Esto sucedió hace muchos años y desde entonces nadie ha vuelto a intentar recoger la preciada flor. ¿Quiere usted intentarlo?.

Historia:

Las historias de Jola no serían diferentes de las quimeras de otros lugares a no ser por la riqueza de circunstancias que las envuelven. Transmitidas por tradición oral hasta nuestros días, sigue encontrándose en ellas esa chispa autóctona, exclusiva, que nos provee de los suficientes indicios como para tratar de averiguar donde acaba la ficción y donde empieza la realidad. Las Leyendas de Jola llevan consigo una moraleja, reléalas y conozca que todo necio tiene su castigo
HISTORIA

El origen de Jola queda incierto, sin datos precisos ni documentos escritos. Nunca fue tierra codiciada, ni quizá, conocida. Lugar escondido al fondo de montes, en zona fronteriza, tierra de nadie, fue siempre lugar ideal para el refugio.

Aventuramos la hipótesis que sus primeros pobladores fueron moriscos portugueses que, hacia el año 1500, desobedecieron la expulsión y aquí se quedaron. Un grupo de familias amedrentadas comenzó a desbravar tierras al fondo del valle, desde la huerta del Urso hasta el Madroñal, siempre junto a la rivera. En los altozanos, aparecieron caseríos centrados en el pastoreo: la Sierra, la Nave, el Tapadón, Malladil, los Corchos. ¿Eran judíos en la misma ilegalidad, o simples empleados de los señores castellanos?
Sea como sea, la llegada provisional se hizo estable y se creó una conciencia de grupo unido.

Dio nombre a toda la comarca el barrio central: Jola. Se supone que aquí vivían los pioneros, con ciertos derechos adquiridos al paso de los años. Dejaron de ser moriscos para convertirse en jolanos. A su izquierda, a una distancia respetuosa, quedaron los pastores que, poco a poco, iban bajando al valle buscando el agua. Formaron el barrio de los Pajares, donde termina actualmente la carretera asfaltada. A la derecha, un puesto de observación elevado, sin agua ni recursos, que con el tiempo quedó convertido en el Peñón.

A finales del siglo XV, Jola podía contar con 4 ó 5 familias y menos de 30 personas. A principios de nuestro siglo, gente venida de la Codosera, Valencia de Alcántara e incluso Castilla y más allá. Unas 250 personas trabajan duramente para sobrevivir en Jola, con base agraria y buen apoyo en la ganadería, el contrabando y el pequeño comercio.

Las palabras en desuso que en Jola siguen hablándose, indican con elocuencia el efecto embudo y el aislamiento de la tierra.

Los olivos, alcornoques, muros y toponimia, nos llevan muchos siglos atrás. Nadie planta un árbol en huerto ajeno.

Las supersticiones y leyendas que aún hoy se conservan (y que no aparecen en pueblos vecinos), son típicamente musulmanas.

Hoy, Jola sigue viva, con su encanto arcaico, sabor a pasado y misterio y un incierto futuro. ¿Morirá de inanición, cuando mueran sus 57 vecinos?

Jola vivirá siempre, porque Portugal, España y la humanidad necesitan los valores que ella supo conservar.

Manuel Velo Martínez.

------------------------------ ------------------------------ --------------------

En este libro, como podemos ver, se hace referencia a Jola (Exoa) como lugar, pero no como pueblo, lo que nos hace suponer que eran tierras bravías aún no pobladas.

Guadalupe Viola.

ALFONSO XI

LIBRO DE LA MONTERÍA (1350)

- Capitulo XXI. De los montes de tierra de Coria et de Galisteo, et de Alcántara, et de Alburquerque.

- Pag. 257 -

" La ladera de Mayorga es buen monte de puerco en invierno et en verano. Et es la vocería por cima de la sierra contra Exoa. Et es el armada contra el aldea de Alconrne en la ribera".

Jola

Que lo profundo es el aire, nos lo enseñó el poeta.

Pero el aire aquí es además reconocible y

nuevo, como recién estrenado para los ojos que

contemplan el silencio alto de los pinos. No es

un juego de luz, es una magia admirable, plural,

donde convergen la raíz y la rama, el espejado

enigma de los pájaros, la nitidez del cielo. Y

ahora también la del agua. El agua es una fiesta, un brote nuevo,

que empapa la tierra hasta el barro: el agua necesaria celebra el

nacimiento de la estación primera en este lugar solo y único,

abandonado por las cosas de los hombres que apenas saben mirar

lo que aquí dejan. Es este un mundo sumido en el misterio, una

aventura que se teje en el hondo espesor de la hojarasca, en el olor

de la resina, en la festiva multiplicidad de los colores: la flor de la

retama, de la jara abierta, el aroma intenso del espliego, la hierba

menuda a cada paso.... La mirada se hunde en el paisaje con la

conciencia clara de quien busca en él la transparencia, la visión

sumergida, remota de las cosas que fueron, el puro testimonio del

aire en lo profundo, la forma vegetal de los latidos como un

temblor, un estremecimiento que baja hasta los párpados.

Ángel Campos Pámpano.

Turismo:

Jola cuenta con muchos senderos de turismo rural que llegan hasta la Codosera, hasta la Aceña de la Borrega, Alcorneo, el Pino, Portugal, etc.