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JARAICEJO: Se acerca la Semana Santa...

Se acerca la Semana Santa

¿Qué pasa en este foro? ¿Hay "mutis" por el foro? ¿No os atrevéis a participar, estimados paisanos mojinos? El foro monjino languidece y, de seguir así, pronto se nos muere... ¿No tenéis noticias, novedades, anécdotas, curiosidades, informaciones, hechos... que contar a los que residimos lejos de él físicamente, que no espiritualmente? Como ya se acerca la Semana Santa, ya queda menos para ir a cargar la "batería síquica" que ya está bastante vacía para aquellos que sólo podemos ir una vez al trimestre. ¿No tenéis nada que contarme, Fernando, Elias, Lucio, Mar, Gema, Pilar, Angustias...
y demás usuarios asiduos del foro? ¿Tengo que ser yo el que tenga que poner en movimiento este estático foro?
Al pensar en las próximas vacaciones de Pascuas, un vientecillo sureño me ha traído olores de jara, de juncos (narcisos), de encinas, de tomillo, de romero, de cantueso, de lavanda..., procedentes de nuestra querida tierra y de la memoria me ha saltado un poema que compuse el año pasado cuando miré al cielo del pueblo la Semana Santa pasada y lo vi cubierto por la estela del humo de varios aviones de reacción camino de Lisboa y Canarias. Es un poema inédito, no publicado, que irá en mi cuarto libro. Espero y deseo que os guste y os anime a seguir participando en el foro para que no se nos muera.
Saludos cordiales y amistosos de vuestro paisano
Wenceslao Mohedas Ramos
"UVE"
Jaraicejo / Barcelona

DÍA DE VIERNES SANTO
(La doble estampa monjina)

Mañana de Viernes Santo,
de Dolores y de duelo;
reactores de raudo vuelo
tejen, con mágico encanto,
una gran gasa en el cielo.

Con fibra de queroseno,
fabrican con gran ventaja
la mortuoria mortaja
a Jesús el Nazareno
que yace muerto en su caja.

Sudario de nívea lana
del gran progreso el tributo
que pone nota de luto
en la límpida mañana
de un cielo añil, impoluto.

Viernes Santo de Dolores,
de olores a incienso y cera
que avivan la fe señera
con sus febriles fervores,
primores de primavera.

La noche viste la Tierra
con un fúnebre sudario
en un acto solidario
porque esta noche se entierra
a Jesús en el Calvario.

Sufre en su frente la afrenta
de una corona de espinas
con que unas almas mezquinas
le dan muerte muy cruenta
por vesánicas inquinas.

Va en ataúd transparente
con su herida en el costado
del lanzazo propinado
por un soldado indolente
ya en su cruz crucificado.

Tradiciones milenarias
con un arraigo tan fuerte
que el pueblo en ellas se vierte
en procesiones, plegarias…
por rendir culto a la muerte.

Ancestrales tradiciones
de un gran sentido cristiano
que ve en el otro un hermano,
más ameno en emociones
para un vivir más humano.

Tiempo de Semana Santa
de vida adusta, discreta,
en que la sacra saeta
el pueblo sencillo canta
al Redentor del planeta.

Tiempo de sano solaz,
lejos del ruido, del humo,
de un tren de vida en consumo
que nos consume la paz
con las grimas de su grumo.

Falaz euforia de feria
donde domina lo estético
y pierde el sentido ético
la vida y gana miseria
moral a ritmo frenético.

Con sentir seudomoderno,
se adora al becerro de oro
en mundo ya sin decoro
que hace de la vida infierno
y de la Tierra, su aforo.

Por esta visión anfibia
de esta fiesta en estos lares,
unos combeben en bares
y otros conviven en Biblia
rezando ante los altares.

Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo, abril, 2009