CABAÑAS DEL CASTILLO: Hace escasos días subí, una vez más, al castillo, o...

Hace escasos días subí, una vez más, al castillo, o mejor dicho: a la enorme roca que sostienen las ruinas del castillo árabe de Cabañas del Castillo. Llevaba un pequeño transistor el que, a tono con la actualidad, me daba cuenta de la situación económica, política y social de España, y allí en lo más alto, entre las desvencijadas y escasas paredes que aún quedan en pie, sin saber mu bien porqué dejé volar la imaginación y recorde estos versos de Quevedo.

Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.

Francisco Quevedo