El
juego se puede practicar en todo tipo de terreno, aunque normalmente se hace en zonas llanas y arenosas. El juego consiste en lanzar una serie de bolas metálicas con el propósito de acercarse lo más posible a una pequeña bola de plástico o madera (con un diámetro de 30 mm +/- 1 mm) que ha sido lanzada anteriormente por un jugador.
Las bolas usadas en el juego son metálicas (no deben contener plomo ni arena en su interior) con unas estrías que dibujan todo su contorno. Su diámetro debe medir entre 70,5 y 80 mm, mientras que su peso oscila entre los 650 y los 800 g. La bola pequeña o boliche es de madera y debe tener un diámetro de entre 2,5 y 3,5 cm.