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MARTINEBRÓN
Esta alquería fue fundada, en el año 1692, por el Papa Inocencio XII. Dichas alquerías se encontraban sin evangelizar en pleno siglo XVI, y a Martinebrón, concretamente, enviarán los jesuitas hasta un total de ocho catequistas misioneros, entre los años 1654 y 1766.
Primitivamente, la alquería de Martinebrón, enclavada en el término de Sotoserrano y hoy ya completamente abandonada, era denominada Martín Hebrón. Esta alquería de Martinebrón, ya en el límite mismo de las Hurdes, fue uno de los núcleos de población que resultaron afectados por la construcción del embalse de Gabriel y Galán que, a partir del año 1965, viene remansando las aguas del Alagón, sobre cuya margen izquierda, dicha alquería se asentaba.
En 1753, tenía Martinebrón dieciocho vecinos y la parroquia del lugar hallábase asistida por un cura. Casi un siglo después, en 1848 la población de Martinebrón era de ochenta y cuatro habitantes y producía centeno, aceite, patatas y nabos. La ganadería se reducía prácticamente, a pequeños rebaños de cabras.
En Martinebrón funcionaban, antiguamente, algunos molinos de aceite (almazaras), uno de los cuales era propiedad del Hospital de Santo Domingo de Lagunilla, a finales del siglo XVI.
El pueblo de Martinebrón estaba hecho con casas de piedra con tejados de pizarra.
Su parroquia estaba dedicada a Santo Domingo de Guzmán. Santo que actualmente se encuentra en Alagón del Caudillo, llevado allí por un vecino de Sotoserrano. En Alagón del Caudillo, los habitantes de Martínebrón que allí residen, siguen celebrando a su patrón Santo Domingo de Guzmán.
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