RUBIALES: No hay sonido más puro y melódico en una atmósfera...

No hay sonido más puro y melódico en una atmósfera rural, que el gorgeo gracioso de unos pájaros brincando de rama en rama, o el vuelo ronco de los abejorros en los días calurosos del verano, o el repiqueteo de la lluvia sobre los tejados inclinados de los cortijos, y sobre la faz florecida del campo, en días cargados de una rara melancolía, de igual modo que nos recrea la vista las sobrecogedoras puestas de sol, con sus rojos, grises y amarillos, cuando está finando el día. Al caer la noche, con las dilatadas sombras cubriendo los mudos cortijos, salimos fuera, en mitad del silencio casi sepulcral, para contemplar con admiración el bello manto descorrido de estrellas que surca el firmamento,
Así es RUBIALES,
J. L. Alós.