La casa del pollo, PELOCHE

Tengo ganas de visitar Peloche, y es posible que lo haga dentro de poco. Me gustan los pueblos pequeños, de poca población, tranquilos, donde la vida es muy familiar y de amistad y sobre todo el trato con gentes campechana, escuchar sus historias, su pasado, del vecino que marchó y no volvió o de otros que sí lo hicieron, de tomar esas comidas caseras que no se suelen hacer en grandes ciudades, ese vino o ese aceite de pura cosecha, esos dulces caseros, esa chacina de matanza casera, etc. Todo eso...
Cuántas veces subida y bajada esta calle. Cuántas vueltas al pueblo...