OLIVENZA: En el interior,...

En el interior,
dispuestos y expuestos
a la vista de la muralla,
los símbolos hablantes
de un pueblo culto, trabajador,
joven, vivo y sensible
que homenajea y recuerda
a profesiones, gremios, colectivos,
a personas destacadas,
bienhechoras de la sociedad.
Un castillo que fue,
que es y seguirá siendo
símbolo de fuerza y poder,
que marca el carácter, la idiosincrasia
del oliventino
que escribe en los parques,
en los edificios, en los monumentos
y a través de la escultura,
sobre la edad,
desarrollo de actividades,
contenido de la Constitución,
concentraciones importantes,
la danza, la música,
el acontecer, en definitiva,
de la actividad humana
bien entendida, ejecutada
y por siempre plasmada.
Que ayuda a entender la vida,
que enseña lo que fue y lo que es
esa historia integral del hombre.
¡Viva los oliventinos!

Rufino Rodado Pérez