LA HABA: Mi agradecimiento al autor que vio y sintio en "nuestro...

Por la relevancia histórica y sentimental que representa para los que somos, nos sentimos y ejercemos de jabeños, comienzo hoy a subir el trabajo realizado por Antonio Reseco (sacerdote en los años 70 de nuestra parroquia y la de Magacela) sobre la historia de nuestro pueblo. Un trabajo que iré subiendo por capítulos y que realmente me trae muchos recuerdos porque fui su monaguillo y compartimos momentos inolvidables. El cura Reseco me enseñó tempranamente a amar la cultura y la historia, la publicación de este trabajo que tuvimos que asear para limar ciertas imprecisiones y completar con algunos datos que faltaban, sirve de homenaje a este hombre que, al menos en mí, supongo que en más personas, dejó una huella indeleble que ha quedado grabada en las cálidas playas de la memoria. Espero que os guste, y recordad siempre que si el esfuerzo valió la pena, que todos estaremos de acuerdo en que sí, de bien nacidos es ser agradecidos.

LA HABA. AYER Y HOY (Breve ensayo de historia)
AUTOR: Antonio Reseco González
AÑO: Junio de 1977

SITUACIÓN

En España. En Extremadura. En la Comarca de la serena, rica y hermosa tierra de la provincia pacense.
Está situada entre los términos de Magacela, Quintana, El Valle, Don Benito, Campanario y Villanueva de la Serena. Al sur de esta última población a cuyo partido judicial pertenece. El conocido Arroyo del campo recorre varios kilómetros recogiendo las aguas de lluvia, que verterá en el Guadiana después de atravesar La Haba y pasar rozando los pies a Don Benito.
Este antiquísimo pueblecito se encuentra a unos 2º Oeste según el Meridiano que pasa por Madrid, y 39º Norte.
Y su altura es de 303 metros sobre el nivel del mar.
Este es el nido de mi pequeño lugar. Allí se esconde como una violeta conservada a través del tiempo con inusitada perseverancia. Escondido en la cañada, donde dormiría alejado de la civilización si no pasara rozándolo la carretera que une a Don Benito y Zalamea pasando por Quintana.
Allí se encuentra un hermoso berrocal granítico destapado por las aguas de avenida del Arroyo. Como el granito es buen cimiento y ofrece materiales para la construcción; como además el agua era cristalina y casi constante; y como las tierras vecinas son fértiles fue lugar escogido para edificar desde que los hombres dejaron de ser nómadas.

IBEROS

Es hermoso imaginarse un paisaje rodeado de frondosas colinas con arboleda y matorrales salvajes y, en el descenso de la cañada, una calva gris, casi blanca, de peñas limpias, alargada casi un kilómetro sin llegar a medio de anchura. Así encontraron este lugar unos hombres que bien pueden ser los ascendientes de los vetones.
Fluían entonces por las tribus iberas (Vacceos, Edetanos, Turdetanos, Túrdulos, etc.) anteriores a la invasión celta o contemporáneos, unas corrientes culturales sobre el manejo de la piedra y otras artes de importación. Conocían la naturaleza tal vez mejor que nosotros, su influencia en el ser humano y animal, la colocación y nombres de los astros cuyas radiaciones veneraban tal vez por el misterio que todo ello contenía y que nosotros creemos entender. Las viviendas y los templos eran construidos a base de grandes placas de granito según la moda. Es la época de los megalitos. Por esta zona de la actual Baja Extremadura encontraron abundantes canteras aquellos hombres que bien se les podría considerar sabios. Pues cuando sus antepasados salieron de las cavernas naturales, de las entrañas de la Tierra-Madre, se aficionaron a construir cavernas artificiales. En realidad es más fácil lo que nosotros hacemos, o la construcción de chozas. Pero ellos sabían bien que la piedra es un condensador de fuerzas telúricas, que bajo la piedra se recibe vitalidad, como en el seno materno, que al pie de la piedra se reciben los ecos de vibraciones despertadoras de los sentidos y de la sensibilidad psíquica. Los fabricantes de los Megalitos han demostrado tener unos conocimientos científicos que ahora no se usan.

Testigos tenemos abundantes. Multitud de poblados desaparecidos, cuyos restos se encuentran dispersados por las vegas del Guadiana, como los del Torruco, el camino por algo llamado de “las canteras”, que todavía nos muestran las piedras al parecer recién cortadas. ¡Cómo se notan las señales de las cuñas de madera que mojaban para romper los bloques de granito! Y todavía se ven los restos de poblados con multitud de piedras bien cortadas, y hasta sepulcros tallados en la roca por las proximidades del río Ortiga y de la Ermita Antigua. ¿Quién me puede asegurar que aquí no hubo incluso Megalitos? Pues bien, cerca, a siete kilómetros, al pie del Cerro de Magacela, aún se conserva un hermoso Crom-Lech con sus doce piedras verticales formando un círculo de cinco metros de diámetro y su puerta mirando al saliente. Así es correcto, pues el Crom-Lech es un santuario dedicado a los dioses del sol, es decir, a las Fuerzas solares que dan fertilidad a la naturaleza terrestre, animal y humana. Exactamente las características de aquella civilización megalítica que dejó sembrados de menhires, falos, crom-lechs y dólmenes todos los paisajes europeos y americanos de la costa atlántica. Eran sabios que habían desarrollado profundos conocimientos de la Naturaleza próxima en la Tierra y lejana en los cielos. O eran al menos, sus herederos.
¿Qué por qué ahora no los hay, por qué no se conservan? Muy sencillo. Porque las gentes desconocedoras de su utilidad, en tiempos posteriores, han aprovechado las piedras, que lógicamente fueron llamadas “sargadas”, para construir sus viviendas.
Barato material que no hacía falta traer de las canteras, y que tal vez estaba a la puerta de casa. Seguro que el Crom-lech de Magacela se conserva porque esta lejos de las viviendas actuales y porque los dueños de la finca han respetado la historia.
Era el tiempo de alguna de las eras magdalenienses, dentro del Paleolítico o principios del Neolítico. A partir de hace unos 6 u 8.000 años.

Mi agradecimiento al autor que vio y sintio en "nuestro pequeño pueblo" lo que yo nunca supe ver, y gracias a ti Pedro, que nos has puesto este trabajo en bandeja. Saludos cariñosos para todos y buenas noches.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
DE BIEN NACIDOS, ES SER AGRADECIDOS

Gracias a ti, UNOMAS, a todos los jabeños y asiduos al foro aunque tengan otra patria chica, que conozco a bastantes y me los encuentro siempre allá por donde voy dejando algunas cagarrutas. Pues sí, amigo, el cura Antonio Reseco ofició la ceremonia de mi Primera Comunión por accidente, se acordarán bien los jabeños de mi generación. En realidad, le correspondía a otro cura que era el titular de nuestra parroquia por aquel entonces, Teófilo. Pero había surgido ... (ver texto completo)