Ahorra en luz y gas >>

Paloma al Sol del amanecer, VALENCIA

Foto de Vicente MR

Paloma doméstica

La paloma bravía fue domesticada por el hombre hace miles de años, dando lugar a la aparición de la paloma doméstica (Columba livia domestica) que se ha usado para el consumo de su carne, como mensajeras y como mascotas. En la actualidad existen numerosas razas y variedades de éstas, en diversos tamaños, colores y formas; aunque todas conservan el obispillo blanco, y la mayoría tienen las dos bandas oscuras en las alas características de la especie.

El arte y la ciencia de criar palomas domésticas se conoce con el nombre de colombicultura. El simple afecto por las palomas en general, se denomina colombofilia.​ Los egipcios y los babilonios fueron los primeros en criar palomas y fueron seguidos por griegos y romanos.​ En la antigua Roma se desarrolló la cría de palomas como complemento de la agricultura, para consumir su carne y también con fines religiosos y rituales.​ En la Edad Media la cría de palomas era un privilegio reservado a la nobleza.

Las palomas se usan como mensajeras desde la antigüedad, los romanos ya las utilizaron desde la época de la república. Las palomas mensajeras se usaban con profusión en la Edad Media con fines militares, comunicando alertas y movimientos de tropas. Algunas palomas domésticas llegaron a ser utilizadas en Europa también en el ámbito del comercio como mensajeras regulares, práctica que llegó hasta la segunda mitad del siglo xix, cuando cayó en desuso ante la aparición de nuevos, más rápidos y fiables medios de comunicación a distancia, como el telégrafo. Una de las razas de palomas mensajeras creada especialmente por los aficionados belgas alrededor de los años 1850 para realizar carreras, desempeñó un importante papel como mensajera en los últimos conflictos bélicos en los que intervinieron, como la Guerra franco-prusiana, la Primera y Segunda Guerra Mundial, llegándose a usar hasta la Guerra de Corea, y muchos de los ejemplares intervinientes resultaron distinguidos con medallas militares por sus extraordinarias prestaciones, que permitieron salvar innumerables vidas.​

Algunas palomas domésticas se han asilvestrado y llevan una vida semisalvaje en la multitud de ciudades donde habitan, y originando poblaciones silvestres en las zonas circundantes.​

Las razas de palomas domésticas que por sus formas, colores o habilidades (como es el caso de las acróbatas), son denominadas respectivamente «de mesa, exhibición, lujo o fantasía», cuentan con una enorme variedad de asombrosos representantes, como las dragonas, carriers, bagadais, gallinas, mundanas, carneau, buchonas, colipavas, capuchinas, moñudas, turbitas, golondrinas, rizadas, tambores, etcétera, etcétera. Por ser tan excéntricas, Darwin las llamaba «monstruos creados por el hombre» (que aprovechó principalmente la aparición de determinadas mutaciones genéticas).

Astrometría

amanecer, la aparición del Sol sobre el horizonte.

Orto

«Amanecer».

Respecto a un observador, un astro está en el orto cuando atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible, —cuando «amanece»—. Es decir, cuando su altura astronómica es cero pasando de negativa a positiva. Si el disco del astro es apreciable —casos del Sol y de la Luna— el orto se produce cuando su limbo superior toca el horizonte. En el caso del Sol esto sucede en el amanecer, estando su centro a 90º 50' del cenit: a los 16' del radio solar, hay que añadirle 34' debido a la refracción atmosférica, resultando esos 50' más. Cuando se "ve" el limbo solar rasante con el horizonte, realmente, según se ha demostrado muchas veces, aún se encuentra 34' por debajo de él.

Un caso particular de orto es el orto helíaco. El de Sirius en particular tuvo una especial significación por su relación con el establecimiento del primer calendario solar, el calendario egipcio, del cual somos herederos. Las estrellas circumpolares no tienen orto ni ocaso.

En el lenguaje común, al orto se le denomina amanecer, alba o aurora. En ocasiones se diferencia la aurora, que sería el primer resplandor del cielo, del amanecer, que correspondería a la salida del sol.

Origen del término

El término viene del latín ortus que significa "nacimiento". Esta palabra se relaciona con el verbo orior (levantarse, nacer), de donde viene la palabra "oriente", y con la palabra latina origo (origen). "Orto" y "salida" son sinónimos. El antónimo de orto es ocaso.
(5 de Marzo de 2024)


5 Cts/kWh para tarifa 3.0 TD, autónomos y empresas
Llama al 654 409 325, ofertas especiales para Pueblos de España