Amanece con nubes de colores, VALENCIA

Foto de Vicente MR

Astrometría

amanecer, la aparición del Sol sobre el horizonte.

Orto

«Amanecer».

Respecto a un observador, un astro está en el orto cuando atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible, —cuando «amanece»—. Es decir, cuando su altura astronómica es cero pasando de negativa a positiva. Si el disco del astro es apreciable —casos del Sol y de la Luna— el orto se produce cuando su limbo superior toca el horizonte. En el caso del Sol esto sucede en el amanecer, estando su centro a 90º 50' del cenit: a los 16' del radio solar, hay que añadirle 34' debido a la refracción atmosférica, resultando esos 50' más. Cuando se "ve" el limbo solar rasante con el horizonte, realmente, según se ha demostrado muchas veces, aún se encuentra 34' por debajo de él.

Un caso particular de orto es el orto helíaco. El de Sirius en particular tuvo una especial significación por su relación con el establecimiento del primer calendario solar, el calendario egipcio, del cual somos herederos. Las estrellas circumpolares no tienen orto ni ocaso.

En el lenguaje común, al orto se le denomina amanecer, alba o aurora. En ocasiones se diferencia la aurora, que sería el primer resplandor del cielo, del amanecer, que correspondería a la salida del sol.

Origen del término

El término viene del latín ortus que significa "nacimiento". Esta palabra se relaciona con el verbo orior (levantarse, nacer), de donde viene la palabra "oriente", y con la palabra latina origo (origen). "Orto" y "salida" son sinónimos. El antónimo de orto es ocaso.

Nubes iridiscentes.

Una nube iridiscente es una nube con colores que se asemejan a los que podemos encontrar en manchas de aceite, alquitrán o gasolina en superficies de agua, 1​ causados por un fenómeno parecido a la irisación. Es un fenómeno meteorológico poco común y normalmente puede ser observado en altocúmulos, cirrocúmulos y nubes lenticulares, pero muy pocas veces en nubes cirro. 2​3​ Estos colores suelen ser de tonalidad pastel, pero a veces pueden ser muy vivos. La iridiscencia puede ser observada con mayor frecuencia cerca del sol, tapada a menudo por el resplandor del sol. Puede ser observada con mayor facilidad ocultando el sol tras un árbol o edificio, utilizando gafas de cristales oscuros u observando el cielo mediante su reflejo en un espejo convexo o una superficie de agua.

Las nubes iridiscentes son el resultado de la difracción de la luz solar a través de pequeñas gotas de agua o incluso pequeños cristales de hielo que componen estas nubes, desviando los rayos solares de forma individual. Los cristales de hielo de mayor tamaño provocan halos, los cuales son producto de la refracción y no de la iridiscencia. Por esta misma razón, también se diferencia de un arcoíris provocado por la refracción en gotas de mayor tamaño. Si partes de la nube tienen gotas o cristales de tamaño semejante, la acumulación de este efecto provoca su coloración. La nube tiene que ser fina, de forma que la mayoría de los rayos de luz incidan solo en una gota. Esta es la razón por la cual la iridiscencia es normalmente observada en los bordes de las nubes o en nubes semitransparentes. La iridiscencia más clara y colorida es aquella provocada por nubes de reciente creación, ya que sus gotas tienen el mismo tamaño. Cuando una nube fina tiene gotas de tamaño semejante en gran parte de su superficie, la iridiscencia aparece en forma de corona, compuesta de un pequeño número de anillos concéntricos de colores alrededor del sol o la luna y una brillante aureola central.
(7 de Diciembre de 2023)


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