Sombrillas en la playa un día nublado, VALENCIA

Foto de Vicente MR

Nubosidad

La nubosidad es la fracción de cielo cubierto con nubes, en un lugar en particular.

Según las normas meteorológicas actuales, la nubosidad se expresa en octas, u octavos de la bóveda celeste. Ésta es dividida en 8 partes por el operador, quien evalúa entonces el número de esas partes que están cubiertas por las nubes. De este modo se puede estimar el rango de visibilidad del observador. El principal problema asociado con este método dice relación con que no se pueden hacer mediciones bajo condiciones de visibilidad muy baja (por ejemplo, en caso de niebla) o la dificultad para estimar la correcta cobertura fraccional del cielo por nubes cercanas al horizonte visual. Gracias a los satélites meteorológicos es posible calcular la nubosidad con mucha más precisión, aunque aun así algunas nubes muy delgadas pueden escapar de la detección satelital y si no se hacen bien las cosas son más las nubes.

La nubosidad es máxima en invierno y mínima en verano. Durante el día suele ser máxima alrededor de las 14 horas, momento de máxima ascendencia del aire. Si se considera la latitud, las zonas de máxima nubosidad están en la zona ecuatorial y entre los 60 y 70º, las de mínima nubosidad hacia los 35º y las regiones polares.

Cielo

Cielo (del latín caelum; de caelum tangi: ser –tocado– herido por el rayo) 1​ se define a menudo como el espacio en el que se mueven los astros y por efecto visual parece rodear la Tierra.

En astronomía, cielo es sinónimo de esfera celeste: una bóveda imaginaria sobre la cual se distribuyen el Sol, las estrellas, los planetas y la Luna. La esfera celeste se divide en regiones denominadas constelaciones.

En la mitología romana, Caelus era el dios del cielo, equivalente al Urano griego.

En meteorología el término cielo hace referencia a la zona gaseosa más densa de la atmósfera de un planeta.

Algunos de los fenómenos naturales vistos en el cielo son las nubes, el arcoíris y la aurora. El relámpago se puede ver en el cielo durante las tormentas eléctricas. Como resultado de actividades humanas, la neblina se ve a menudo sobre ciudades grandes durante las primeras horas del día.

«Amanecer».
Astrometría

• amanecer, la aparición del Sol sobre el horizonte.

Orto

«Amanecer».

Respecto a un observador, un astro está en el orto cuando atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible, —cuando «amanece»—. Es decir, cuando su altura astronómica es cero pasando de negativa a positiva. Si el disco del astro es apreciable —casos del Sol y de la Luna— el orto se produce cuando su limbo superior toca el horizonte. En el caso del Sol esto sucede en el amanecer, estando su centro a 90º 50' del cenit: a los 16' del radio solar, hay que añadirle 34' debido a la refracción atmosférica, resultando esos 50' más. Cuando se "ve" el limbo solar rasante con el horizonte, realmente, según se ha demostrado muchas veces, aún se encuentra 34' por debajo de él.

Un caso particular de orto es el orto helíaco. El de Sirius en particular tuvo una especial significación por su relación con el establecimiento del primer calendario solar, el calendario egipcio, del cual somos herederos. Las estrellas circumpolares no tienen orto ni ocaso.

En el lenguaje común, al orto se le denomina amanecer, alba o aurora. En ocasiones se diferencia la aurora, que sería el primer resplandor del cielo, del amanecer, que correspondería a la salida del sol.

Origen del término

El término viene del latín ortus que significa "nacimiento". Esta palabra se relaciona con el verbo orior (levantarse, nacer), de donde viene la palabra "oriente", y con la palabra latina origo (origen). "Orto" y "salida" son sinónimos. El antónimo de orto es ocaso.
(3 de Junio de 2021)