(como, por ejemplo, la ayuda de la
familia Torregrossa, de cuyo
escudo se basa el actual
blasón de la ciudad). Aun así, Jaime II respetó los privilegios e instituciones anteriores aunque adaptándolas a la nueva situación política, particularmente después de la incorporación de
Alicante, y el resto de comarcas limítrofes al Reino de
Valencia mediante la modificación de lo fijado en el Tratado de Almizra (Sentencia Arbitral de Torrellas, 1304 y Tratado de Elche, 1305). El Reino de Valencia fue un reino dentro de la Corona de
Aragón. Abarcó desde la reconquista de la taifa de Valencia en 1238 por parte de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón y conde de
Barcelona, hasta 1707, año en que con la promulgación de los Decretos de Nueva Planta para los reinos de Aragón y Valencia sus instituciones fueron abolidas y sus fueros sustituidos por los castellanos; desde esa fecha hasta la división territorial de
España en 1833 acometida por Javier de
Burgos, el reino de Valencia mantuvo ese nombre como territorio dentro de las diferentes administraciones de la España de los Borbones.