A comienzos del siglo XVII, ya bajo la influencia del barroco, sería edificada la
capilla del Trascoro, dedicada a la Inmaculada Concepción, mientras que en el siglo XVIII, en pleno siglo de oro murciano, se levantaría la nueva
fachada principal o imafronte (1737-1754), se reformaría la
puerta de las Cadenas (1783) y entre 1765 y 1793 se concluiría la
torre-
campanario.
El incendio de 1854
En el año 1854 la
Catedral sufrió un pavoroso incendio que destruyó el primitivo
Altar Mayor y la sillería del
coro. Las obras de reparación consistieron en la creación de un nuevo
retablo neogótico (obra de los tallistas Pescador y Palao), y el encargo de un majestuoso
órgano del mismo estilo a la prestigiosa firma belga Merklin-Schütze. Bajo el órgano se instaló una sillería plateresca del siglo XVI proveniente del
Monasterio de
Santa María de Valdeiglesias, donación que hizo la reina Isabel II a la Catedral.