PREGÓN FIESTAS 2009
Buenas noches amigos, vecinos y visitantes de Cañada de la Cruz.
Para inaugurar las fiestas vamos a dar lectura al pregón.
Que no se nos enfade nadie y de antemano pedimos perdón.
Como estamos en fiestas tómense las cosas con humor.
En un rincón exquisito vive Alejandro “el manitas”,
Que acudirá a su casa si usted lo solicita.
Si le pone una mampara,
Cuando termine de ducharse se le ha salido toda el agua.
Si los mosquitos le pican en la espalda,
Le pone una mosquitera y le entran hasta las moscardas.
No le paguen hasta después de terminar,
Que es raro que no se le olvide la silicona o le falte un cristal.
A él le dice su Rosa María,
Te tengo dicho que no trabajes para gente conocía.
En la calle Pedroche viven Bienvenido y la Daniela,
Él es muy activo y ha ido a ver si se ha helado la almendrera.
Cuando vuelve le dice a la Daniela con amor,
No prepares las lonas que no hay ni para hacer el alfajor.
Cuando se enteren Juan y Fernando con lo que a ellos les gusta venir…
Estar todo el día vareando para recoger un celemín.
En un rincón muy peligroso, está sentada la Josefa la pastora,
Junto a ella, la Trini y la Maruja de Iborra,
Están esperando a la Antonia de Pedrín y a la Aurora.
Lo mismo da por dónde la conversación empieza,
Cuando terminan no han dejao títere con cabeza.
Un poco más allá vive el Eduardo,
Como no tiene oficio, se pasea con su Seat Panda y dos galgos.
Ha tenido varias novias pero se lo han tenido que dejar,
Al darse cuenta del hambre que iban a pasar.
Un poco más arriba vive Ramoné,
Que después de cada actuación se da una panzá de comer.
Él dice que la gallina no pone,
Pero se come una tortilla de cinco huevos y encima dos melones.
En el fondo de la calle vive José el de Antoñete,
Que cuando va al banco le saludan atentamente.
La familia también lo visita más a menudo,
Y es que le han dado un montón de millones por lo que antes no valía un duro.
José se ha echao novia y a su casa la ha invitao a cenar,
Porque esta noche viene el “Pajares” y se la quiere presentar.
Al final de la calle viven los “Benitos”,
Que a fuerza de trabajar se han hecho ricos.
Ahora que se han jubilao, Pepe pasa las tardes junto a la lumbre,
Juan ha dejao unas cabras para no perder la costumbre.
Frente a ellos vive la Juana,
Que siempre le dice a José Miguel, yo quiero ser abuela,
Y este le contesta,
Espérate mamá que voy hablar con la Adela.
Por el camino se encuentra con “Pinganos”, que lo acaba de desanimar,
Yo me casé a los 45 y no he tenido ningún zagal.
Antonio el del Puerto está desesperao,
Se compró el traje de padrino y se le ha apolillao.
La Hili les dice que no sea por el painao,
Yo os hago la permanente u os echo la raya al lao.
El Jose de la Jacinta, por mil euros un todo terreno se ha comprao,
Y él dice pa qué me voy a gastar más,
Dónde se pare allí mismo lo voy a dejar.
En el barrio de arriba viven Luis y su señora,
Antes trabajaban en Suiza, poniendo relojes en hora.
Joaquín y Benito van a las ovejas, con el coche recién lavao,
Este invierno se les rompió el cristal, y todavía no lo han arreglao.
En la calle Vistabella corre un rumor,
Y es que la Ana Mari, aunque tarde ha encontrado el amor.
La Antonia de Luis le dijo la primera vez que vino,
Aquí no quiero que vengas hasta que no cuentes con el Avelino.
Déjalo mamá que entre,
Que tiene una asesoría y una buena cuenta corriente.
Un poco más allá está la tienda de la Sandra y la Ramona,
Que lo mismo te venden un pepino, que el palo de una fregona.
La Consuelo comenta al tío “el veinte”,
Nuestro Amancio ha prosperao, ya tiene cinco camiones.
¿Te acuerdas cuando íbamos tú y yo en un 1500, con 2000 kilos de boquerones?
Que de frescos que eran tenían los ojos saltones.
En la misma calle viven la Carmen y Bernardo,
Que no dejan de coser apargates, ni cuando están cenando.
Francisco y la Matea están muy preocupados,
Porque es la hora de cenar y la Adela no ha llegado.
Pero les dice Teófilo, no te preocupes “Moreno”,
Que está Ginés en el bar, con un ponche caballero.
A todo los visitantes, si necesitan un taller,
Pueden ir a la fragua de “los Colores” y también a la de Daniel.
Si se les rompe la “mobilete”, no dejen de llamar a Paco “el Herrerete”.
Que les voy a contar de la Adelina, que hizo de todo en su juventud,
Desde dar clase a los niños hasta llevar el “Tele Club”.
Al otro lado del goterón viven los “Rojillos”,
Y estos días la casa parece una casa de grillos.
Si tiene usted un trozo e terreno y no le saca na,
Déjeselo al “Braguetas” y él se lo llevará.
Con su mono se pasea junto a la Margarita,
No trabaja mucho, porque tiene pastor y tractorista.
En la calle Mayor tenemos grandes familias,
Desde Elivio a Federo, Cesarín y la Constantina,
La Antonia de Paco y el Boni y la madre de la Rufina,
La Amparo de Fidel Colores, Dieguete y Germán haciendo esquina.
También está Manolo Peña,
Que para abajo lleva estiércol y para arriba un camión de leña.
A su yerno Ramón el negocio se lo dejó,
Pero como había que madrugar y le picaban las pulgas, ha durao tres días.
Hoy lo he visto con el palustre, arreglándole el tejao a su tía.
Camacho regenta el casino,
Tiene las mesas llenas, pero no ha vendido ni un vaso de vino.
La Adela está cabreá,
Estos se han pensao que están en el salón social,
Hemos vendido una manzanilla y un agua mineral.
Y Paco le dice paciente...
Y a mi tío Miguel, una copa de aguardiente.
Por la noche la gente no tiene prisa,
Y no dejan dormir a Angel y a la Felisa.
En la calle del Molino vive la Serafina,
Ramón y la Esperanza y la Mari Jose que es una chica muy fina.
José María de Paco, regenta a panadería,
Lo mismo hace tortas de manteca que cosas de bollería,
Pero lo hace todo tan escaso que le falta casi todos los días.
La Jacinta, que siempre va muy bien arreglá,
Se levanta muy temprano para ayudar en el bar.
Esta mañana la he visto yo que se ha levantao de un brinco,
A la calle arriba va, dejando una estela de chanel número cinco.
La Julia del piquete es la autoridad,
Junto a su José en todos los eventos nos representan muy bien.
Tiene que tener cuidado con la oposición,
Que en las últimas elecciones quisieron quitarle el sillón.
La cartera se encarga de repartir la correspondencia,
No hizo oposiciones, el puesto lo cogió por herencia.
La Ana de Fidel despacha las medicinas,
Lo que más vende son biagras y cajas de insulina.
“Chinares” se ha jubilao y en manos de su Juan Pedro el negocio ha dejao.
Él no está muy tranquilo pero le dice la María,
Está labrando con el tractor
Desde que puso la fecha de boda está mucho mejor.
La Higinia vive junto al Torreón,
Ella colabora en la misa, pasando el cesto de la recaudación.
Al final del pueblo vive Genín,
Después de muchas vueltas por el Mundo, ha terminado otra vez aquí.
De vecinos tiene a Dimas y a la María,
Que están cogiendo chicorias, porque les ha dicho el “Brujo” que subía.
Entre collejas y chicorias, guiscanos y orejones,
Tiene que llevar Dimas tirantes porque se le caen los pantalones.
Decirle a todos los veraneantes, que no nos van a engañar,
Si están aquí, es porque no tienen un duro ni para ir a Lo Pagán.
He dejado para el final a cuatro personas ilustres,
A pesar de que tienen casi cien años no han perdido el lustre.
Si hablan con ellos verán hasta dónde su memoria alcanza,
La Teodora, el Tío Martín, la Tía Eladia y la Juana de la Matanza.
Felices fiestas 2009
Un saludo a todos
Eduardo Alfaro Pérez (Eduardín)
Buenas noches amigos, vecinos y visitantes de Cañada de la Cruz.
Para inaugurar las fiestas vamos a dar lectura al pregón.
Que no se nos enfade nadie y de antemano pedimos perdón.
Como estamos en fiestas tómense las cosas con humor.
En un rincón exquisito vive Alejandro “el manitas”,
Que acudirá a su casa si usted lo solicita.
Si le pone una mampara,
Cuando termine de ducharse se le ha salido toda el agua.
Si los mosquitos le pican en la espalda,
Le pone una mosquitera y le entran hasta las moscardas.
No le paguen hasta después de terminar,
Que es raro que no se le olvide la silicona o le falte un cristal.
A él le dice su Rosa María,
Te tengo dicho que no trabajes para gente conocía.
En la calle Pedroche viven Bienvenido y la Daniela,
Él es muy activo y ha ido a ver si se ha helado la almendrera.
Cuando vuelve le dice a la Daniela con amor,
No prepares las lonas que no hay ni para hacer el alfajor.
Cuando se enteren Juan y Fernando con lo que a ellos les gusta venir…
Estar todo el día vareando para recoger un celemín.
En un rincón muy peligroso, está sentada la Josefa la pastora,
Junto a ella, la Trini y la Maruja de Iborra,
Están esperando a la Antonia de Pedrín y a la Aurora.
Lo mismo da por dónde la conversación empieza,
Cuando terminan no han dejao títere con cabeza.
Un poco más allá vive el Eduardo,
Como no tiene oficio, se pasea con su Seat Panda y dos galgos.
Ha tenido varias novias pero se lo han tenido que dejar,
Al darse cuenta del hambre que iban a pasar.
Un poco más arriba vive Ramoné,
Que después de cada actuación se da una panzá de comer.
Él dice que la gallina no pone,
Pero se come una tortilla de cinco huevos y encima dos melones.
En el fondo de la calle vive José el de Antoñete,
Que cuando va al banco le saludan atentamente.
La familia también lo visita más a menudo,
Y es que le han dado un montón de millones por lo que antes no valía un duro.
José se ha echao novia y a su casa la ha invitao a cenar,
Porque esta noche viene el “Pajares” y se la quiere presentar.
Al final de la calle viven los “Benitos”,
Que a fuerza de trabajar se han hecho ricos.
Ahora que se han jubilao, Pepe pasa las tardes junto a la lumbre,
Juan ha dejao unas cabras para no perder la costumbre.
Frente a ellos vive la Juana,
Que siempre le dice a José Miguel, yo quiero ser abuela,
Y este le contesta,
Espérate mamá que voy hablar con la Adela.
Por el camino se encuentra con “Pinganos”, que lo acaba de desanimar,
Yo me casé a los 45 y no he tenido ningún zagal.
Antonio el del Puerto está desesperao,
Se compró el traje de padrino y se le ha apolillao.
La Hili les dice que no sea por el painao,
Yo os hago la permanente u os echo la raya al lao.
El Jose de la Jacinta, por mil euros un todo terreno se ha comprao,
Y él dice pa qué me voy a gastar más,
Dónde se pare allí mismo lo voy a dejar.
En el barrio de arriba viven Luis y su señora,
Antes trabajaban en Suiza, poniendo relojes en hora.
Joaquín y Benito van a las ovejas, con el coche recién lavao,
Este invierno se les rompió el cristal, y todavía no lo han arreglao.
En la calle Vistabella corre un rumor,
Y es que la Ana Mari, aunque tarde ha encontrado el amor.
La Antonia de Luis le dijo la primera vez que vino,
Aquí no quiero que vengas hasta que no cuentes con el Avelino.
Déjalo mamá que entre,
Que tiene una asesoría y una buena cuenta corriente.
Un poco más allá está la tienda de la Sandra y la Ramona,
Que lo mismo te venden un pepino, que el palo de una fregona.
La Consuelo comenta al tío “el veinte”,
Nuestro Amancio ha prosperao, ya tiene cinco camiones.
¿Te acuerdas cuando íbamos tú y yo en un 1500, con 2000 kilos de boquerones?
Que de frescos que eran tenían los ojos saltones.
En la misma calle viven la Carmen y Bernardo,
Que no dejan de coser apargates, ni cuando están cenando.
Francisco y la Matea están muy preocupados,
Porque es la hora de cenar y la Adela no ha llegado.
Pero les dice Teófilo, no te preocupes “Moreno”,
Que está Ginés en el bar, con un ponche caballero.
A todo los visitantes, si necesitan un taller,
Pueden ir a la fragua de “los Colores” y también a la de Daniel.
Si se les rompe la “mobilete”, no dejen de llamar a Paco “el Herrerete”.
Que les voy a contar de la Adelina, que hizo de todo en su juventud,
Desde dar clase a los niños hasta llevar el “Tele Club”.
Al otro lado del goterón viven los “Rojillos”,
Y estos días la casa parece una casa de grillos.
Si tiene usted un trozo e terreno y no le saca na,
Déjeselo al “Braguetas” y él se lo llevará.
Con su mono se pasea junto a la Margarita,
No trabaja mucho, porque tiene pastor y tractorista.
En la calle Mayor tenemos grandes familias,
Desde Elivio a Federo, Cesarín y la Constantina,
La Antonia de Paco y el Boni y la madre de la Rufina,
La Amparo de Fidel Colores, Dieguete y Germán haciendo esquina.
También está Manolo Peña,
Que para abajo lleva estiércol y para arriba un camión de leña.
A su yerno Ramón el negocio se lo dejó,
Pero como había que madrugar y le picaban las pulgas, ha durao tres días.
Hoy lo he visto con el palustre, arreglándole el tejao a su tía.
Camacho regenta el casino,
Tiene las mesas llenas, pero no ha vendido ni un vaso de vino.
La Adela está cabreá,
Estos se han pensao que están en el salón social,
Hemos vendido una manzanilla y un agua mineral.
Y Paco le dice paciente...
Y a mi tío Miguel, una copa de aguardiente.
Por la noche la gente no tiene prisa,
Y no dejan dormir a Angel y a la Felisa.
En la calle del Molino vive la Serafina,
Ramón y la Esperanza y la Mari Jose que es una chica muy fina.
José María de Paco, regenta a panadería,
Lo mismo hace tortas de manteca que cosas de bollería,
Pero lo hace todo tan escaso que le falta casi todos los días.
La Jacinta, que siempre va muy bien arreglá,
Se levanta muy temprano para ayudar en el bar.
Esta mañana la he visto yo que se ha levantao de un brinco,
A la calle arriba va, dejando una estela de chanel número cinco.
La Julia del piquete es la autoridad,
Junto a su José en todos los eventos nos representan muy bien.
Tiene que tener cuidado con la oposición,
Que en las últimas elecciones quisieron quitarle el sillón.
La cartera se encarga de repartir la correspondencia,
No hizo oposiciones, el puesto lo cogió por herencia.
La Ana de Fidel despacha las medicinas,
Lo que más vende son biagras y cajas de insulina.
“Chinares” se ha jubilao y en manos de su Juan Pedro el negocio ha dejao.
Él no está muy tranquilo pero le dice la María,
Está labrando con el tractor
Desde que puso la fecha de boda está mucho mejor.
La Higinia vive junto al Torreón,
Ella colabora en la misa, pasando el cesto de la recaudación.
Al final del pueblo vive Genín,
Después de muchas vueltas por el Mundo, ha terminado otra vez aquí.
De vecinos tiene a Dimas y a la María,
Que están cogiendo chicorias, porque les ha dicho el “Brujo” que subía.
Entre collejas y chicorias, guiscanos y orejones,
Tiene que llevar Dimas tirantes porque se le caen los pantalones.
Decirle a todos los veraneantes, que no nos van a engañar,
Si están aquí, es porque no tienen un duro ni para ir a Lo Pagán.
He dejado para el final a cuatro personas ilustres,
A pesar de que tienen casi cien años no han perdido el lustre.
Si hablan con ellos verán hasta dónde su memoria alcanza,
La Teodora, el Tío Martín, la Tía Eladia y la Juana de la Matanza.
Felices fiestas 2009
Un saludo a todos
Eduardo Alfaro Pérez (Eduardín)
