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MADRID: La verdadera imagen de la Virgen cuenta la leyenda...

La verdadera imagen de la Virgen cuenta la leyenda que la trajo a España el Apóstol Santiago.
Por ser la única imagen que tenían en Madrid de la Madre de Dios, se veneró desde entonces como la patrona de la ciudad, llamándose la Virgen de la Villa.
Más tarde se levantó una pequeña iglesia en la Vega, donde se siguió venerando esa imagen, conociéndose desde entonces como Santa María de la Vega y también como Concepción Admirable.
Entre los años 711 y 716, los madrileños escondieron la imagen en un cubo en el muro de la muralla árabe ante la invasión que se aproximaba de los musulmanes.
Unos años más tarde, en el 916, la iglesia de Santa María se convertiría en mezquita por los árabes.

En 1083, Alfonso VI conquista Magerit y tras enterarse de que los habitantes de la ciudad estaban buscando desesperados la imagen desaparecida, jura buscar la imagen de la Virgen escondida, si conseguí conquistar Toledo a su regreso. Mientras, ordena pintar una imagen (Cuadro de Nuestra Señora con la flor de Lys, actualmente en uno de los altares de la cripta) para que se pudiera venerar en Santa María, una vez que la reconvirtió en Iglesia.
Efectivamente, a su regreso de la conquista de Toledo, Alfonso VI estaba dispuesto a cumplir su promesa, pero por más recursos que gastó, no fue posible encontrar la imagen.
Fue entonces cuando recurrió a la plegaria y convocó una procesión que junto al arzobispo de Toledo, él mismo encabezo. Acudió toda la nobleza, el clero, el mismísimo Cid Campeador, el ejército y el pueblo. Es 9 de noviembre y la procesión transcurre por la almudayna, el recinto amurallado de la fortaleza de Madrid. Al pasar por delante del cubo donde estaba escondida la imagen de la Virgen, cayeron unas piedras, apareciendo entonces la Virgen con los dos cirios encendidos con los que fue tapiada hacia tantos siglos (casi cuatro).
La Virgen fue llevada a la cristianizada Iglesia de Santa María y puesta en el altar Mayor.
Pero desde ese momento los madrileños la bautizaron con el nombre del sitio donde se descubrió de nuevo a la Virgen, la almudayna.
Alfonso VI añade el título de realeza y desde ese momento hasta nuestros días, será la Virgen de Santa María la Real de la Almudena.

Pero la imagen que se encontraba escondida en el muro de la muralla, no es la que conocemos actualmente. La auténtica imagen que había traído el Apóstol Santiago, se quemo en algún momento del reinado de Enrique IV y se repuso con otra imagen en el siglo XVI, que es la que conocemos actualmente.