Babieca descansando del huracán guerrero,
Tranquilo pace, mientras el bravo caballero
Sale a gozar del aire de la estación florida.
Ríe la Primavera, y el vuelo de la vida
Abre lirios y sueños en el jardín del mundo.
Rodrigo de Vivar pasa, meditabundo,
Por una senda en donde, bajo el sol glorioso,
Tendiéndole la mano, le detiene un leproso. Ese ángel que me ofrece la flor,