Entre 1751-1759, tallado en mármol blanco, de Macael o
Badajoz.
Giovanni Battista Sacchetti proyectó y realizó el
Palacio Real Nuevo de
Madrid entre 1737 y 1760. Varias de sus salas iban a contar con decoración arquitectónica, articulada con orden clásico en
columnas y pilastras en mármol, como su maestro Filippo Juvarra había planteado en La Granja. Carlos III simplificó esos planes. Este
capitel es del orden compuesto
romano, pero enriquecido con una guirnalda que no aparece en los tratados Renacimiento, en otros casos Sacchetti se permitió libertades propias del Barroco; por ejemplo, simplificó los elementos del capitel compuesto en las grandes columnas de la
fachada, o imvertó un capitel "español" en la
escalera principal. En este caso el encargado de su labra fue Miguel Jeregui, pues los
capiteles solían encargarse a tallistas especializados como él, supervisados por los escultores principales de la obra del palacio, Oliviere y Castro.