La
escultura del Farolero madrileño recuerda a los antiguos faroleros de
Madrid, una profesión ya extinta pero frecuente en el siglo XIX, cuando el alumbrado de las
calles se realizaba gracias a
faroles de aceite que los trabajadores de este gremio se encargaban de encender y apagar, además de su mantenimiento.
Inicialmente la
estatua fue instalada en la
Plaza del Carmen, cuando se finalizaron las obras de su remodelación en 1999.
En 2011 fue trasladada a su actual ubicación, frente al
edificio de la antigua Imprenta Municipal.
Obra del
escultor Félix Hernando