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Migas, MADRID

Migas.
Las migas o migas del pastor es un plato tan simple como rico. Y yo añadiría ¡Un lujazo de plato!
Y si, como en esta época, abundan las bajas temperaturas, tenemos una excusa perfecta para comerlas.
La base consiste en pan frito con ajo, al que añadimos productos de la matanza de cerdo como panceta y chorizo. A los que al gusto de cada cuál se le suelen agregar bastantes más ingredientes, como uvas o pasas, piñones, pimientos rojos, huevos fritos, o setas si es la temporada... Y como suele ocurrir con todas las recetas, según la región tiene sus propias variantes.
Las migas del pastor, podríamos decir que nacen en España con la trashumancia, época en la que los pastores aprovechaban las sobras de pan duro para elaborar este plato. Hoy día es un plato que muy frecuentemente se elabora y sirven como una tapa en los bares, perdiendo su antiguo entorno típicamente rural.
Desde finales del siglo XX este plato ha crecido en popularidad y en muchos lugares se celebran concursos anuales de elaboración y degustación de migas, generalmente en ocasiones de festividad del municipio. Se sirven por regla general calientes y se suelen acompañar de un vaso de vino.
Si el pan es la materia prima de las migas, la calidad del pan es un aspecto decisivo en su elaboración. Si disponemos de pan con buena densidad de miga, como una hogaza o pan candeal, notaremos la diferencia.
Las migas se elaboran en una sartén honda o en un caldero. Y para remover, mejor con una cuchara de madera.
Existen muchas variaciones de migas, y en función de la zona pueden ser muy distintas.
Aquí os dejaré “la versión” sencilla de cómo realizarlas.
Ingredientes:
500 gramos de pan (del día anterior).
50 gramos de panceta
50 gramos de chorizo.
Uvas o pasas.
Aceite de oliva
Piñones
1 Pimiento rojo
1 Cabeza de ajo
1 Cucharada de Pimentón Agridulce.
Sal.
Agua.
Preparación:
-Cortamos en taquitos pequeños el pan y, tras ponerlos en un cuenco grande, los humedecemos ligeramente con un poco de agua, sin llegar a empaparlos. Seguidamente, tapamos el cuenco, y lo reservamos (durante una hora).
-Ponemos un chorrito de aceite en una sartén y hacemos un sofrito con la panceta, los dos tipos de pimientos y el chorizo, hasta que los doremos. Retiramos y reservamos.
-En una sartén echamos el pimentón y calentamos durante apenas unos segundos a fuego suave para que no se queme. Ponemos los trozos de pan y comenzamos a cocinarlos, a fuego medio, sin dejar de remover para que el pan no quede suelto. Echaremos un poco de aceite. También podemos añadir un poco de agua.
-Incorporamos la panceta, pimientos y el chorizo que teníamos reservado cuando veamos el pan doradito. Seguidamente echamos las uvas y los piñones. Si fuese necesario pondríamos un poco de sal. Seguimos mezclando.
Servimos y empezamos a alucinar con la mezcla de esos sabores tan extraordinarios.