En la zona central se encuentran dos
hornacinas o templetes adornados con elementos churriguerescos y que contienen las
estatuas en
piedra caliza de los patrones de
Madrid,
San Isidro Labrador y
Santa María de la Cabeza, realizadas en 1723 por el
escultor Juan Alonso Villabrille y Ron con la colaboración de Luis Salvador Carmona.