La
Plaza de Isabel II que, con el nombre de
Caños del Peral, fue muy importante e la época de los Habsburgo. En el siglo XVI existía aquí una
fuente muy grande y vistosa llamada así, de los Caños
del Peral, con siete
pilas y siete caños, donde acudían los vecinos a lavar la ropa y los aguadores a llenar sus cántaros. Bajo la superficie de la plaza, entrando por la boca del metro, se puede
acceder al
Museo de los Caños del Peral donde se conserva un trozo de esta fuente.