La
fuente se inauguró en el año 1850 en la
plaza de la
Cruz Verde, recinto que toma su denominación de una antigua cruz de madera pintada de
color verde, con la que era
costumbre señalar los lugares donde se llevaban a cabo las ejecuciones de la Inquisición.
Su trazado corrió a cargo del arquitecto Martín López Aguado, mientras que el grupo escultórico, procedente de la desaparecida fuente de la Plaza de
Puerta Cerrada, fue realizado en el siglo XVII por Francisco del
Valle y Rutilio Gaci.