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¡Oh el oasis, qué remanso!,
qué tranquilidad tan grande,
cuánta paz y qué descanso.
Aquí sí que hay talante.
Cuánta entente cordiale
entre algunos pretorianos
y muchos municipales
de los que ponen la mano.
Porque es que es el caso,
que mientras Durán y Lleida,
tan serio, expande otras mierdas,
aquí, otros ponen el cazo.
Nada de trajes ni leches,
que es la pela la pela
y aunque sin portar chapela
se trinca la que nos echen.
Los palaus, los ferroviales,
fundaciones, convergentes
y ciudades justiciables,
¿Que dudas hay? No, ententes.
Ententes que son cordiales,
pues, en tocando a parneses,
almendralense o araneses
nos comportamos iguales.
¡Oh el Oasis! Lo comparo
con esa fuente del parque,
especial y con empaque,
pero a pasar por el aro
trantándose de caudales.
Salud.
¡Oh el oasis, qué remanso!,
qué tranquilidad tan grande,
cuánta paz y qué descanso.
Aquí sí que hay talante.
Cuánta entente cordiale
entre algunos pretorianos
y muchos municipales
de los que ponen la mano.
Porque es que es el caso,
que mientras Durán y Lleida,
tan serio, expande otras mierdas,
aquí, otros ponen el cazo.
Nada de trajes ni leches,
que es la pela la pela
y aunque sin portar chapela
se trinca la que nos echen.
Los palaus, los ferroviales,
fundaciones, convergentes
y ciudades justiciables,
¿Que dudas hay? No, ententes.
Ententes que son cordiales,
pues, en tocando a parneses,
almendralense o araneses
nos comportamos iguales.
¡Oh el Oasis! Lo comparo
con esa fuente del parque,
especial y con empaque,
pero a pasar por el aro
trantándose de caudales.
Salud.