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ZAMORA: Una de las niñas presuntamente robadas vivió días,...

Una de las niñas presuntamente robadas vivió días, no 23 horas como certificó el médico
Nuevos documentos desmienten los datos que aparecen en el Registro Civil, en el que el nacimiento se fija cinco jornadas más tarde del parto


María Antonia Fernández, melliza del bebé supuestamente robado, y su madre, Herminia Alonso, con fotos de las hijas.
Foto L. O. Z.
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Los padres y una tía pidieron sin éxito ver el cadáver y también acudir al entierro. Zamora
SUSANA ARIZAGA Herminia Alonso ha podido confirmar que su hija melliza, de la que el médico certificó su muerte a las veintitrés horas de nacer, tal y como recoge el «Registro Civil de Alumbramientos de Criaturas Abortivas», vivió al menos cinco días. Ese documento oficial falsearía, pues, la verdad y podría confirmar que la pequeña fue dada en adopción o vendida al nacer.

Todo ello a pesar de contar con la firma del ginecólogo, ya muerto, Ezequiel Hidalgo, quien confirmó el óbito de la niña a las pocas horas del parto y autorizó con ello que se le diera sepultura el uno de agosto de 1962. En el Cementerio explicaron la inexistencia del registro de su entierro precisamente porque la finada no habría superado las veinticuatro horas de vida.

Otro dato que aparece en ese Registro y que no coincide con la realidad es el día del alumbramiento: Fue el 25 de julio 1962. No «el 30» de ese mes, «a las 24.00 horas en el Hospital Ramiro Ledesma», tras «aproximadamente nueve meses de gestación», como figura. En cuanto al fallecimiento del bebé el médico indica que «se produjo después del alumbramiento, a las veintitrés horas de su nacimiento, datos conocidos por mi asistencia profesional al parto» se dice textualmente, circunstancias que confirman la rúbrica del doctor, entonces jefe de ginecología del centro sanitario.

Los nuevos documentos echan ahora abajo la veracidad de tales certificaciones y reafirman la versión dada por la familia, la que siempre se comentó en voz baja hasta que surgió Anadir; la que se ofrece en la denuncia hecha en marzo pasado ante la Fiscalía Provincial sobre un posible caso de robo del bebé recién nacido en el Hospital Virgen de la Concha.

Las sospechas de esta madre zamorana han terminado por confirmarse ahora, de acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este diario, de la que la familia rehusa ofrecer detalles. «No queremos interferir en la investigación» dirigida por el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Rafael de Vega Irañeta, explica la melliza de la niña dada por fallecida.

Las esperanzas de que su hermana, que se habría llamado Marisol, esté viva y fuera dada en adopción a otra familia han aumentado considerablemente. Ese sería el mejor regalo de cumpleaños para María Antonia Fernández Alonso, inquieta, al igual que su madre de 82 años y el resto de la familia, ante la posibilidad de poder ver y abrazar algún día a su hermana. «Saber que no está mal y que quien la haya tenido no la ha dado mala vida», explicó Herminia Alonso cuando se formalizó la denuncia en marzo pasado.

Los Fernández-Alonso ya manifestaron en la denuncia que desconfían de que la firma del padre que aparece en el Registro Civil para dar su conformidad con el entierro hubiera sido escrita de puño y letra por el progenitor, quien no pudo ver a la pequeña, «de tres kilos, morena, sonrosada y sana, ¡daba gusto verlas a las dos!», precisó la madre, que «siempre pensó que estaba viva», añade la melliza que ayer mismo cumplía 49 años y echaba de menos a esa hermana.