MORALES DEL VINO: El discurso elocuente no es de boca a oreja, sino de...

El pueblo no renuncia nunca a sus libertades sino bajo el engaño de una ilusión. Como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, la elección de sus gobernantes pide una reflexión profunda.

El discurso elocuente no es de boca a oreja, sino de corazón a corazón.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Vida ciudadana: millones de seres viviendo juntos en soledad.