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MALVA: Réplica de FACEBOOK....

Réplica de FACEBOOK.

José María García Mateos

Hace 2 minutos ·
Crónicas de una letra minúscula.

18. - En calzoncillos, no se deposita a nadie

Allá por los años 1900, más o menos, había en los pueblos algunas costumbres, ya olvidadas hoy día. Algunos matrimonios, por no decir muchos se hacían de mutuo acuerdo entre familias, y cuando no eran de mutuo acuerdo, siempre había alguna fórmula con la cual les preparaban el camino. Otros por supuesto que no.
Tampoco había la libertad de hoy, que te puedes casar con quién tu quisieras, con reciprocidad se entiende.

Se daba el caso frecuentemente, que una pareja de novios no tuviera el consentimiento de alguna de las partes, entonces no se podían casar por las buenas, si que lo podían hacer, pero interviniendo el Sr. Juez. Lo que se llamaba “sacarlo depositado” si era al novio, o “sacarla depositada” si era la novia.

Supongamos que era el novio el que no recibía el consentimiento familiar. Éste acudía al juez con la novia y los familiares de ésta. El Sr. Juez analizando la situación, dictaminaba sentencia, poniendo el periodo de tiempo que creía oportuno, normalmente era de 1 mes, el tiempo que tenía que estar depositado el novio y en donde; que solía ser en la casa de algún hermano de éste o hermana, que ya hubieran pasado por la vicaría o en casa de algún tío carnal.
Pasado este plazo de tiempo, aunque los padres del novio no cedieran, si el noviazgo seguía adelante, se podían casar.
La relación entre el novio y sus padres a veces se rompía, pero lo normal era que las aguas volvieran por sus cauces, y casi siempre los padres cedían antes de pasar el periodo de depósito. O después de las nupcias.

Bueno pues después de estas explicaciones pasó a contar, de lo que le sucedió a uno de los hijos de mi bisabuelo. Y si queréis saber quien era, poner atención que hay pistas.

Como mi bisabuelo, no quería, que su hijo se casara con su novia, y no le daba el consentimiento, la feliz pareja acudió al Sr. Juez............ el Sr. Juez dictaminó déposito, bla, bla, bla, …

Llegado el día de autos, para ir a recogerlo y depositarlo, que se hacía normalmente de madrugada, buscando la discreción, dentro de la posible, mi bisabuelo le dijo a mi bisabuela.
-No llames al muchacho hasta que no vengan con el juez a buscarlo. Se entiende como es lógico que el zagal estaba durmiendo.
Y así sé hizo.
Llega la comitiva, con el juez como autoridad por delante. Los hacen pasar al recibidor.
El Padre del novio, que previamente, le había retirado y escondido, la ropa al novio, lo llama.
– ¡Fulano, despierta y sal que vienen a buscarte!
Como en aquellos tiempos no existían los pijamas, se dormía normalmente en calzoncillos, y así estaba el zagal. No se atrevió a salir.

El Sr. Juez se cabreó, por molestarlo “pa na”, la novia, plantada, ofendida se sintió, y la relación se jodió.

Y eso fue todo lo que ocurrió.

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. – Cuando venía Eugenio el chocolatero del molino, con el saco de paniza “pa” los marranos, al pasar por la plazuela.
- ¿A donde vas con el carretillo? Le preguntaba Luis, el padre de Msol.
- “Pa” la nave.
- ¿Pero tienes nave?
Otros vaqueros que había en el fuerte apache del cuchitril de Pedro, el nieto de Don Leonides el boticario de Malva, eran los que estaban en posición de a pie disparando un rifle, otros lanzando un lazo, estos nos gustaban menos, en fin que unos a pie y otros a caballo, pero nunca pronunciaban la frase que posiblemente ni dijera Albert Einstein.

“Que es más fácil destruir un átomo que un prejuicio”

Salud.