Calle arrabal, QUINTANILLA DE ARRIBA

Las calles de Quintanilla huyen de la carretera y se adentran hasta los campos, en un caminar largo, custodiado por numerosas puertas traseras. Se adentran hasta las tierras o buscan las márgenes del Duero, quizás para iniciar una procesión de protesta, de acción de gracias, o de rogativas, en torno a ese crucero, que se acerca hasta las aguas para ahogarse en ellas o para bendecirlas.