CUANDO LA CONCIENCIA NO TE DEJA DESCANSAR
Eran años difíciles, las personas normales oían, veían, y callaban, más aquello fue un enterarse de cosas imposibles de asimilar, en aquel lugar fue un boca a boca el comunicarse lo que se estaba escuchando en la calle, Un hombre no muy mayor se moría, de un cáncer de estómago que le estaba machacando. La gente que pasaba por delante de la ventana de su casa escuchaba los lamentos y arrepentimientos de aquella persona, que a grito abierto comentaba momentos de su vida anormal, nombraba a personas que habían hecho actos de inhumanidad, y gritaba a pulmón abierto, sus familiares le cerraban la ventana que daba a la calle, pero se ve que así y todo se escuchaba, Muchos vecinos se querían enterar de actos que nadie se atrevía ni siquiera a comentar, Más la voz de la conciencia no le dejaba morir tranquilo, pronto en aquel lugar las personas se enteraban de algunas cosas que estaban dudosas, pero que en aquel tiempo se llegaron a explicar, Eran días de muerte anunciada, ya que aquel hombre pedía a dios que le perdonara sus barbaridades hechas, nadie en publico contaba nada, era un silencio que con el tiempo se llegó a entender a fondo, La conciencia de algunas personas era juez y parte, y en su soledad veían la mano de dios que no paraba de castigar a las gentes que habían sido malas, A Dios no se le veía, pero hubo quien dejo dicho, no tenemos perdón de nuestros actos salvajes, es terrible cuando la conciencia te pide cuentas, y ves que te marchas de esta vida sin poder ser perdonado, ni siquiera un confesor te puede arreglar tus grabes problemas, La conciencia está noche y día detrás, para recordarte alguno actos que no pueden tener perdón, Entiendo cuando hay seres humanos que se suicidan para callar su conciencia, y mucho mas cuando una enfermedad te ataca hasta morirte, La conciencia es el juez que no está juzgando en muchos momentos, No la puedes engañar ni contarla cuentos, ella sabe de verdad tu realidad, y la llevaras contigo hasta después de muerto. G X Cantalapiedra.
Eran años difíciles, las personas normales oían, veían, y callaban, más aquello fue un enterarse de cosas imposibles de asimilar, en aquel lugar fue un boca a boca el comunicarse lo que se estaba escuchando en la calle, Un hombre no muy mayor se moría, de un cáncer de estómago que le estaba machacando. La gente que pasaba por delante de la ventana de su casa escuchaba los lamentos y arrepentimientos de aquella persona, que a grito abierto comentaba momentos de su vida anormal, nombraba a personas que habían hecho actos de inhumanidad, y gritaba a pulmón abierto, sus familiares le cerraban la ventana que daba a la calle, pero se ve que así y todo se escuchaba, Muchos vecinos se querían enterar de actos que nadie se atrevía ni siquiera a comentar, Más la voz de la conciencia no le dejaba morir tranquilo, pronto en aquel lugar las personas se enteraban de algunas cosas que estaban dudosas, pero que en aquel tiempo se llegaron a explicar, Eran días de muerte anunciada, ya que aquel hombre pedía a dios que le perdonara sus barbaridades hechas, nadie en publico contaba nada, era un silencio que con el tiempo se llegó a entender a fondo, La conciencia de algunas personas era juez y parte, y en su soledad veían la mano de dios que no paraba de castigar a las gentes que habían sido malas, A Dios no se le veía, pero hubo quien dejo dicho, no tenemos perdón de nuestros actos salvajes, es terrible cuando la conciencia te pide cuentas, y ves que te marchas de esta vida sin poder ser perdonado, ni siquiera un confesor te puede arreglar tus grabes problemas, La conciencia está noche y día detrás, para recordarte alguno actos que no pueden tener perdón, Entiendo cuando hay seres humanos que se suicidan para callar su conciencia, y mucho mas cuando una enfermedad te ataca hasta morirte, La conciencia es el juez que no está juzgando en muchos momentos, No la puedes engañar ni contarla cuentos, ella sabe de verdad tu realidad, y la llevaras contigo hasta después de muerto. G X Cantalapiedra.
