FUENSALDAÑA

Habitantes: 1.640  Altitud: 749 m. 
Hoy amanece en FUENSALDAÑA a las 07:30 y anochece a las 21:05
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Situación:

Situada al noroeste de Valladolid, dista de la capital 6 kilómetros.
Villa agrícola por naturaleza, destacan en sus cultivos los de secano (cebada y trigo), como en la gran mayoría de las comarcas de nuestra llanura castellana.

Monumentos:

"Detrás de una muralla cuya planta es un paralelogramo que rodea por tres lados al castillo, se alza éste con gallardía, adosado al cuarto lado. La muralla está rodeada de almenas y de cuatro cubos de bastante fortaleza en los vértices". Así describía Juan Ortega Rubio, historiador de finales del XIX, el hermoso castillo de Fuensaldaña, inexpugnable en su tiempo a catapultas y otros ingenios militares.
Algunas fuentes datan su construcción en el siglo XIII, pero lo que es seguro es que Alonso Pérez de Vivero fue uno de sus reedificadores, allá por el siglo XV.
Abandonado a su suerte durante largo tiempo, ha recuperado hoy todo su empaque nobiliario como sede de las Cortes de Castilla y León y, en sus salones, no resuenan ya los tristes versos del poeta "De la pompa feudal resto desnudo...", sino el atareado caminar de los parlamentarios.

Fiestas:

Sus fiestas más importantes son las celebradas en torno al 16 de septiembre, en honor de San Cipriano, con los típicos pasacalles de las peñas, su hoguera y su famosa rosquillada.
Típicos y famosos son los dulces de la villa: los mojicones de monja y las rosquillas de la Condesa, así como sus bodegas (la de Félix, el Mesonero Mayor de los Páramos de Castilla, La Nieta o La Sorbona), claros ejemplos del buen yantar y la hospitalidad que siempre caracterizó a las gentes de estos contornos.

Historia:

La villa de Fuensaldaña pertenecía en el siglo XIV a la merindad del infantazgo de Valladolid. La famila de los Vivero tuvo el señorío de la villa y se cree que Alonso Pérez de Vivero, contador mayor del rey Juan II, fue el fundador de su famoso castillo, a cuyos descendientes dio Felipe II el título de condes de Fuensaldaña.
La sucesión de esta antigua e ilustre casa vino a recaer en la del marqués de Alcañices a mediados del siglo XIX. La villa pagaba al señor Marqués, por razón de foro, 406 fanegas de trigo, 406 de cebada y 300 reales en equivalencia de paja y gallinas.
Hoy villa ilustre y conocida por ser sede de las Cortes Regionales de la Comunidad de Castilla y León, en su escudo ostenta por armas un cubo almenado de su famosa fortaleza-castillo.

FUEN SALDAÑA: v. con ayuut. en la prov., part jud., aud. terr., c. g. y dióc de Valladolid (1 leg.): SIT. en un extenso valle y combatida principalmente por los vientos N. y S.; su CLIMA es sano sin que se conozcan más enfermedades endémicas, que algunas fiebres estacionales en la primera: tiene 170 CASAS; un edificio destinado a cárcel; escuela de instrucción primaria frecuentada por 45 alumnos, a cargo de un maestro dotado con 1,100 rs., un cast. de piedra de sillería, de una respetable elevación, destinado en la actualidad para entrojar los granos pertenecientes al marqués de Alcañices, su dueño; la planta del edificio es un paralelogramo, se halla guarnecido de un cubo en cada uno de sus cuatro ángulos y de 2 atalayas en el centro de sus dos lados mayores, con pintorescas almenas graciosamente recortadas, horadadas y suspendidas sobre matacanes; le circunda, escoplo por la parte que mira al pueblo, una muralla guarnecida de almenas y pequeños cubos de considerable espesor; la puerta principal es un arco agudo sobre el que se conserva un escudo labrado en piedra, en el que se ven 3 matas de ortigas en campo de oro, sobre las rocas del mar, en unas ondas; la subida al interior de la gran torre, está en una caponera que se extiende al centro de la plazuela, elevándose unos 25 pies, hasta dar entrada a un salón bajo hay una cómoda escalera que conduce a dos salones abovedados, que uno sobre otro ocupan el interior del edificio y tiene además otro salón subterráneo, también abovedado, en cuyo techo se ven tres gruesas argollas, y en el pavimento ocho agujeros redondos que sirven de silos: hay una fuente de buenas aguas que provee al vecindario para sus necesidades domésticas; un conv. de monjas concepcionistas, en cuyo templo se hallaban unos preciosos cuadros de Pedro Pablo Rubens, que fueron trasladados al museo provincial: una igl. parr. (San Cipriano) edificio ant., colocado en un terraplén, al que se sube por escalones de piedra; tiene un magnífico atrio y una galería compuesta de 5 arcos de piedra sillería, bastante bien construidos. TÉRM.: confina N. Mucientes; E. arrabal de Oberuela; S. Valladolid, y O. Villanía; dentro de él se encuentra una fuente llamada de San Pedro y una ermita (Ntra. Sra. del Rosario), el TERRENO como de valle, es de regular calidad, CAMINOS: los locales y los que dirigen a Valladolid, Rioseco y Villalón. CORREO: se recibe y despacha jueves y sábados, en la cab. del part., por un balijero. PROD.: cereales y vino; se cría ganado lanar y las caballerías necesarias para la agricultura, IND.: la agrícola, COMERCIO: exportación del sobrante de frutos e importación de los art. de consumo que faltan, POBL.: 150 vec, 740 alm. CAP. PROD.: 1.481,227 reales IMPONBLE: 146,456. CONTRIBUCIÓN.: 22,971 reales.
- -De Fuen-Saldaña, se llevaron los franceses en junio de 1813, tres pinturas de Rubens, muy famosas y de primer orden, que adornaban el retablo mayor de religiosas Franciscas de esta villa.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1845.

Turismo:

En la ruta del vino clarete, Fuensaldaña es la primera villa que sale al encuentro del viajero, con sus bodegas-restaurante y con su castillo del siglo XIII, el de los Vivero, uno de los más bellos de la provincia y totalmente restaurado.
Pertenece al predio de los Austrias y, por estos caminos de Dios, podrá encontrar el viajero algunas de las villas que mejor conservan esto del recio abolengo del alma castellana. Desde Fuensaldaña, cuna y castillo de los Vivero, hasta la visigótica Wamba, en los campos de Gérticos, la ruta se desenvuelve tan ricamente con la ayudita de unos claros y a través de una colección de pueblos, a cual más interesante: Montealegre, solar de los Guillén, antepasados del poeta; la Santa Espina, joya del Císter; San Cebrián, de huella mozárabe, y la bien cercada Urueña son, con Tiedra, Mota y Torrelobatón, las estaciones más importantes de este alegre vía crucis.