Amigo Contreras: he dedicado, parte de esta mañana, en la lluvia, al final, y, después de una larga ausencia nos visita; en este foro, el cual despierta mi envidia, por la cantidad de fotos y comentarios... deteniéndome en los halagos que te propician; no dudo en que sean meritorios.
Ya te he dado las gracias por tus envíos: lo hago una vez mas. Entro un buen rato, mañana o tarde; si lograr que estos se acumulen, máxime en estos momentos, en que uno (una) de mis receptores, tiene su ordenador en descanso obligado.
Por mi parte, esta próxima semana, no os aburriré en otros foros, ni en este, durante ocho días en que me marcho a conocer tierras Lusitanas.
Decía con anterioridad, sentir envidia, por la espesura de este bosque de variadas plantas sin faltar algún árbol frondoso, que nos obsequie con su sombra, cuando se siente el agobio de palabras que no conducen precisamente, allí donde debiera crecer el calor humano. Pero como acabo señalar, en un foro de estas tierras de aquel Caballero Andante: "dejemos que una pareja de ancianos recorran el sendero, cogidos de la mano y revivan nostalgias... Dejemos que nuestros labios dibujen una sonrisa, cuando una pareja se besa en un parque. Y critiquemos, nombrándoles malvados a aquellos que propician el llanto.
Pero hablemos: hablemos desde la flor de nuestras gargantas, para que de una vez y para siempre enmudezcan los fusiles.
LIBERTAD.
Ya te he dado las gracias por tus envíos: lo hago una vez mas. Entro un buen rato, mañana o tarde; si lograr que estos se acumulen, máxime en estos momentos, en que uno (una) de mis receptores, tiene su ordenador en descanso obligado.
Por mi parte, esta próxima semana, no os aburriré en otros foros, ni en este, durante ocho días en que me marcho a conocer tierras Lusitanas.
Decía con anterioridad, sentir envidia, por la espesura de este bosque de variadas plantas sin faltar algún árbol frondoso, que nos obsequie con su sombra, cuando se siente el agobio de palabras que no conducen precisamente, allí donde debiera crecer el calor humano. Pero como acabo señalar, en un foro de estas tierras de aquel Caballero Andante: "dejemos que una pareja de ancianos recorran el sendero, cogidos de la mano y revivan nostalgias... Dejemos que nuestros labios dibujen una sonrisa, cuando una pareja se besa en un parque. Y critiquemos, nombrándoles malvados a aquellos que propician el llanto.
Pero hablemos: hablemos desde la flor de nuestras gargantas, para que de una vez y para siempre enmudezcan los fusiles.
LIBERTAD.
