CUANDO SE QUIERE OLVIDAR
Por las tierras castellanas cuando se quiere olvidar, tu semblante en la mañana quiere otro mundo encontrar. Cuando se quiere olvidar las penas y los desprecios, debes mucho de cuidar los lamentos entre necios. Olvidando los rencores entre sombras elegidas, sin comentar los dolores ni las frases deprimidas. Olvidando cicatrices con los ojos en el cielo, y perdiendo las raíces sin querer hallar consuelo. Las lagrimas se evaporan en caminos penitentes, y dicen que no decoran a los más serios ambientes. Castellanos del silencio olvidando sus leyendas, nadie quiere poner precio ni querer coger las riendas. Los hombres que se alejaron sin dejar apenas huellas, por los caminos hallaron muchas jornadas más bellas. Se alejaron entre sombras disimulando su pena, y algunas veces te asombras cuando el viento mueve arena. Ocultaron sus raíces para seguir caminando, a veces sus cicatrices fueron con ellos temblando. Muchos quisieron borrar sus penas y sus desgracias, y tuvieron que callar al sentir sus manos lacias. Castellanos del silencio que soñaron con dulzuras, sin querer sufrir desprecio vivieron sus amarguras. El mañana van viviendo mientras tiemblan sus locuras, a veces siguen sufriendo entre brisas de diabluras. No queda camino vano en sus largos pensamientos, piensan en un mundo sano que no tenga sufrimientos. No hay retorno hacia el pasado, ni palabras con dulzuras, en el camino trazado puede que existan locuras. Para olvidar las tristezas debemos ser complacientes, sin abrazar las torpezas ni buscar raros ambientes. Por las orillas del Duero las nostalgias se acrecientan, vuela el amor verdadero y las magias si se ausentan. G X Cantalapiedra.
Por las tierras castellanas cuando se quiere olvidar, tu semblante en la mañana quiere otro mundo encontrar. Cuando se quiere olvidar las penas y los desprecios, debes mucho de cuidar los lamentos entre necios. Olvidando los rencores entre sombras elegidas, sin comentar los dolores ni las frases deprimidas. Olvidando cicatrices con los ojos en el cielo, y perdiendo las raíces sin querer hallar consuelo. Las lagrimas se evaporan en caminos penitentes, y dicen que no decoran a los más serios ambientes. Castellanos del silencio olvidando sus leyendas, nadie quiere poner precio ni querer coger las riendas. Los hombres que se alejaron sin dejar apenas huellas, por los caminos hallaron muchas jornadas más bellas. Se alejaron entre sombras disimulando su pena, y algunas veces te asombras cuando el viento mueve arena. Ocultaron sus raíces para seguir caminando, a veces sus cicatrices fueron con ellos temblando. Muchos quisieron borrar sus penas y sus desgracias, y tuvieron que callar al sentir sus manos lacias. Castellanos del silencio que soñaron con dulzuras, sin querer sufrir desprecio vivieron sus amarguras. El mañana van viviendo mientras tiemblan sus locuras, a veces siguen sufriendo entre brisas de diabluras. No queda camino vano en sus largos pensamientos, piensan en un mundo sano que no tenga sufrimientos. No hay retorno hacia el pasado, ni palabras con dulzuras, en el camino trazado puede que existan locuras. Para olvidar las tristezas debemos ser complacientes, sin abrazar las torpezas ni buscar raros ambientes. Por las orillas del Duero las nostalgias se acrecientan, vuela el amor verdadero y las magias si se ausentan. G X Cantalapiedra.